11.- No tolerar a los nicolaítas

Si de aquello que solo era figura y sombra de las cosas celestiales, a Moisés le fue ordenado que lo hiciera conforme al modelo que se le mostró en el monte (Hebreos 7.44 y 8.5), ¡¡¡cuánto más nosotros!!!, si queremos ser ministros competentes del nuevo pacto, no de la letra de la ley (2ª. a Corintios 3.6), deberíamos obedecer al Señor (Juan 14.15), y edificar la iglesia de Jesucristo conforme al diseño que ÉL nos muestra en el nuevo testamento, porque Jesucristo no es mediador del viejo pacto (Hebreos 12.24), como tampoco es sacerdote levita del pacto antiguo (Hebreos 7.11).

 

 

NO TOLERAR A LOS NICOLAÍTAS

Solo para ministros de iglesias cristianas

 

  1. En el libro del Apocalipsis escrito por el apóstol y profeta Juan Zebedeo, Jesucristo nos dice que aborrece las obras de los nicolaítas (Apocalipsis 2.6 y 15), de lo cual se desprende que a estos ministros que se desenvuelven en las iglesias cristianas, en aquel día les va a ir muy mal. No solamente a ellos en realidad, sino también a los que no son nicolaítas;  pero los toleran, por las razones que sean.

 

  1. ¿Podrá ser posible que Jesucristo tenga para los ministros que aún están en este mundo una palabra más fuerte que esta? Seríamos bastante insensatos si no nos interesáramos en averiguar al respecto. Hay quienes han invertido algún esfuerzo en llegar a la conclusión de que el término proviene de Nicolás el prosélito de Antioquía, que fue uno de los siete diáconos, y que el nombre significa “dominio sobre el pueblo”; pero saber ese dato en nada nos beneficia, como tampoco nos perjudica ignorarlo. Por el contrario, lo que sí nos conviene es llegar a saber cuáles son esas obras y cuál esa doctrina.

 

  1. Y como no existe un  texto bíblico en el cual expresa y claramente se mencione este asunto, solo podríamos llegar a la conclusión de que las obras nicolaítas son todo aquello que los ministros hagan en la iglesia, desobedeciendo algún mandamiento específico contenido en el evangelio de Cristo Jesús, todo aquello que los ministros hayan inventado de su propia imaginación, todo aquello que son las muchas tradiciones, filosofías y huecas sutilezas que se han introducido en las iglesias cristianas, que no son según Cristo (Colosenses 2.8), y por lo tanto, necesariamente son de las obras y doctrina que Jesucristo aborrece.

 

  1.  En realidad, todos los hechos, costumbres y prácticas que se mencionan en los escritos que encuentre usted en esta página, son de una u otra manera las obras de los nicolaítas.

 

  1. Por lo tanto, no hace falta hacer una alusión aquí, sino proceder a la lectura de los textos de la página.

 

 

 

Ministerio de Enseñanza Nuevo Pacto

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Actualizado a Octubre de 2014