Los que se someten a alguna ordenanza de la ley, aunque habían empezado por el Espíritu cuando se les predicó a  Jesucristo resucitado, están terminando en la carne al practicar algunas obras de la ley (Gálatas 3.1-3), y en consecuencia, al ser hijos de la esclava, no pueden heredar ninguna gracia (Gálatas 4.24-25 y 30), ninguna.

A quienes llamándose cristianos se someten a la ordenanza de pagar el diezmo, Dios está obligado a bendecirles económicamente; pero lo hace como pagándoles un salario de deuda por obrar conforme a la ley (Romanos 4.4). A quienes reciban la adopción de hijos habiendo sido redimidos de la ley por Cristo (Gálatas 4.5),  Dios los bendecirá como gracia, no solo en lo económico, sino también en lo espiritual. Los ministros que lo cobran, se constituyen en usurpadores del sacerdocio levítico (Hebreos 7.5).

En la actualidad, son muchos los ministros que predican otros evangelios en las iglesias “cristianas”, por lo cual llevarán su sentencia, sin excepción, porque con Dios no hay favoritismos (Gálatas 5.10). Y las iglesias que lo toleran, son una vergüenza para el evangelio de Cristo (2ª. a Corintios 11.4 y 20-21).

Durante octubre se despliega una gran actividad en algunas iglesias para contrarrestar la celebración de la noche de brujas, y cada año que pasa vemos que aumenta la cantidad de gente que participa en la costumbre de sacar los niños a la calle para pedir dulces, con lo cual se demuestra que han sido infructuosos los esfuerzos humanos. ¿Será porque hacen falta creyentes auténticos que enfrenten a este enemigo en el terreno espiritual? ¿Será que aun la misma guerra espiritual sería ineficiente debido a la idolatría y a la hechicería en que viven muchas iglesias?

Sí,  muchos líderes de las iglesias proceden contrariamente a lo que Dios manda, porque por las razones innumerables que usted quiera, el caso es que se nombra como ministros a personas improvisadas en base a sus cualidades humanas naturales. Estos nuevos ministros no pasaron por la experiencia de haber sido perfeccionados por los anteriores ministros para que ejerzan la obra del ministerio, por lo tanto, no son aptos, no son peritos arquitectos, y van a permanecer irremediablemente en sus delitos y pecados. De lo anterior se desprende todo lo demás.

Modificación más reciente: 1-octubre-2014

Sabemos que la palabra dada originalmente a los autores bíblicos fue inspirada por el Espíritu Santo de Dios, y por lo tanto está exenta de error; pero hemos de reconocer que no se puede afirmar lo mismo respecto a ninguna transcripción o traducción. Las traducciones textuales RVA y RVR1960 son muy buenas; pero tienen el inconveniente de que en algunas citas, lo textual hace que en nuestro lenguaje resulte ambiguo, escueto, impreciso o incongruente.

En primer lugar Jesús les dirá a “muchos”, lo cual significa más de la mitad. En segundo lugar tengamos en cuenta que Jesús se refiere a personas que en la iglesia se desempeñan como ministros, pues profetizan, liberan y hacen milagros, (Mateo 7:22-23 y  Lucas 13:26-28). 

La narración que leemos en el capítulo 9 del Libro de los Hechos, cuando Saulo va a medio camino entre Jerusalén y Damasco, no es su conversión, sino que ese acontecimiento fue solo el primer encuentro de Saulo con Jesús el Cristo. Resulta sorprendente entender la conversión de Saulo en este otro pasaje, cuando narra él que todo lo que eran sus tesoros de la justicia conforme a la ley, los tuvo por basura, se deshizo de ellos, los tiró, cuando conoció a Jesucristo de manera excelente,   con el único propósito de poder ganar para sí mismo a Cristo  (Filipenses 3:8). Dicho de otra manera, si Pablo hubiera permanecido en su apego a la ley, no podría haber ganado a Jesucristo para sí mismo.

Lo importante para todos los creyentes no es el cuándo, lo cual es un dato que nadie lo sabe y acerca del que algunos pierden su tiempo haciendo cálculos, sino cuál es nuestra ubicación, nuestra posición espiritual real. Está suficientemente claro que el inicuo será una persona religiosa que está dentro del mundo cristiano, es alguien “de los nuestros” (Juan 17:12 y 2ª. a Tesalonicenses 2:4). Podría ser alguien de la iglesia católica, pero no nos envanezcamos creyendo estar ajenos totalmente a esa posibilidad.

Los subtítulos aparecieron a partir de la RVR1960, y no son parte del texto bíblico. Tienen el propóstio de que le dan dirección a la atención del lector, resaltando la importancia de ciertos puntos contenidos en el texto. En este estudio le propongo a los ministros leer el nuevo testamento a partir del libro de Los Hechos de los apóstoles, considerando estos subtítulos, que están enfocados más hacia la edificación de la iglesia, hacia el presente y el futuro.