16.- Salvos por fe (para buenas obras)

Si de aquello que solo era figura y sombra de las cosas celestiales, a Moisés le fue ordenado que lo hiciera conforme al modelo que se le mostró en el monte (Hebreos 7.44 y 8.5), ¡¡¡cuánto más nosotros!!!, si queremos ser ministros competentes del nuevo pacto, no de la letra de la ley (2ª. a Corintios 3.6), deberíamos obedecer al Señor (Juan 14.15), y edificar la iglesia de Jesucristo conforme al diseño que ÉL nos muestra en el nuevo testamento, porque Jesucristo no es mediador del viejo pacto (Hebreos 12.24), como tampoco es sacerdote levita del pacto antiguo (Hebreos 7.11).

 

Repetimos muchas veces que el Señor viene ¡pronto, ya!; pero eso no sucederá todavía mientras nosotros no hayamos forzado a entrar (Lucas 14.23) a la plenitud de los gentiles (Romanos 11.25) y se halla predicado este evangelio del reino (Mateo 24.14). ¿Está Israel bajo ataque? Es culpa de nosotros los “cristianos”, porque hemos nulificado la obra pacificadora de Jesús en la cruz entre Israel y los demás pueblos (Efesios 2.14-16), al hacer que las iglesias vivan en una mezcla de ambos pactos, siendo que Jesucristo ya abolió el antiguo (Efesios 2.15, Colosenses 2.14, Hebreos 7.18-19 y otras), porque cuando se hace un nuevo testamento, el anterior pierde su validez (Hechos 8.13).

Si viviéramos en la locura de la cruz como lo hicieron aquellos ministros competentes de la iglesia primitiva, Dios continuaría hoy y durante todas las generaciones (Efesios 2.7) destruyendo la sabiduría de los sabios y el entendimiento de los entendidos, por las demostraciones de poder (1ª. a Corintios 1.19 y 18, 2.4-5 y 4.20), manifestadas a través de ministros aprobados (Hebreos 2.4). Haciéndolo así, la iglesia cumpliría su misión en este mundo ante los principados y potestades celestiales (Efesios 3.10) que todavía lo gobiernan por la escasez de ministros que militen en el Espíritu (2ª. a Corintios 10.3-5). 

 

SALVOS POR FE

PARA Y CON BUENAS OBRAS

(Solo para ministros de la iglesia)

1 No existe otro asunto más importante para todo creyente, sino saber primero todo lo que concierne a su salvación, pues si acaso no fuésemos salvos, de nada serviría lo que hiciéramos, así fueran muchas y grandes obras: Ayunos, milagros, sanidades, retiros, cruzadas, conciertos, señales, prodigios, composiciones musicales preciosas, cultos de alabanza, etc.

2 Muchas iglesias enseñan que para ser salvo basta con que repitas una oración en la que dices aceptar a Jesús como tu salvador persona, le pides a Dios que te perdone tus pecados en el nombre de Jesús y que escriba tu nombre en el libro de la vida (Apocalipsis 17.8).  Después de esto, según tales enseñanzas, tú puedes seguir viviendo de la misma manera, no importa, tú ya eres salvo por haber creído.

3 Ese evangelio de la salvación barata y cómoda es muy bien aceptado por las multitudes; pero ¿Existe algún fundamento en el evangelio de Jesucristo para que podamos tener la certeza de  que somos salvos? No. Lo que sí existe son unos textos mal interpretados, por lo cual es necesario dejar en claro que se trata de uno de los engaños más grandes del mundo. Los líderes eclesiásticos, con tal de tener a muchos seguidores en sus iglesias, han torcido la palabra y han ignorado varias citas bíblicas que hablan acerca de este asunto.

4 Pasemos a reflexionar sobre ellas, sea usted diligente, búsquelo en el nuevo testamento,  y verá que la salvación no es una garantía:

a)Romanos 1:16 Para que el evangelio resulte en salvación a quienes lo reciben, es necesario que se anuncie con poder de Dios, y está muy claro y palpable que en muchas iglesias no se manifiesta ese poder.

b)Filipenses 2:12 Dios nos dice aquí que es necesario que nos ocupemos en nuestra salvación de manera que sean manifiestas dos características: El temor y el temblor, mismas que no son muy comunes en las iglesias.

c)Romanos 13:11 Ni el mismo apóstol Pablo afirma tener segura su salvación, sino que como ha seguido caminando en el evangelio, lo que sí afirma es que ahora está más cerca que cuando creyó, y esto no por el tiempo que ha pasado inexorablemente, sino por lo que él ha avanzado.

d)Hebreos 6:9-10  Servir a los santos es una obra de amor que puede ayudarle a usted a no perder su salvación aunque diera motivos para ello; pero en las iglesias no es una práctica común que los “hermanos” se sirvan unos a otros. Algunos creyentes consideran que sirven porque participan desempeñando algunas comisiones o encargos en las iglesias; pero eso se hace más bien con la intención secreta de figurar sobre los demás. Recordemos que el Señor mira la intención del corazón, no se fija en las apariencias.

e)1ª. de Pedro 4:18 Si en la iglesia se hace la pregunta ¿Quiénes son salvos? Todo mundo levanta la mano. Y si se hace esta otra pregunta ¿Quiénes son justos? Son muy pocos los que la levantan. Pero Dios dice que el justo con dificultad se salva, entonces ¿qué pasará con el impío, aunque haya repetido una oración y vaya a la iglesia sin fallar?

  1. Hebreos 12:14 Al igual que en el caso anterior, después de que todos levantaron la mano al preguntarles quiénes son salvos, si se cambia la pregunta a ¿Quiénes son santos? nuevamente son  muy escasos los que se atreven a levantarla. En esta cita leemos que sin santidad, nadie verá al Señor.
  2. Lucas 13:23-24  Alguien le preguntó a Jesús: “Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y Jesús dijo que muchos no podrán entrar por la puerta angosta, aunque sí van a procurarlo; pero no se van a esforzar. Muchos equivale a más de la mitad, y por lo tanto, si en una ciudad existen cien ministros, de acuerdo con esas palabras de Jesús, más de cincuenta serán rechazados al presentarse a juicio.
  3. Hebreos 5:9 La salvación es para aquellos que Le obedecen, no para quienes repiten una oración; pero vemos que en las iglesias existe mucha desobediencia a los mandamientos de Jesús, e inclusive ignorancia teórica.
  4. 1ª. de Pedro 1:7-9 La salvación de nuestras almas se va a manifestar en el día postrero, no antes, si es que nuestra fe pasa la prueba de fuego. Una manera de saber que vamos bien en el camino hacia la salvación, es que tengamos obras que demuestren una fe viva.
  5. Santiago 2:14ss ¿Cómo saber si tu fe pasa la prueba de fuego? Si tu supuesta fe no te lleva a hacer obras, entonces la conclusión es que tu fe es muerta, y por lo tanto, no puede salvarte. El maestro Santiago (3.1) está hablando en su carta de obras que nosotros, de acuerdo a nuestra cultura, las consideramos como obras de caridad; pero que en el pensamiento de Dios, son obras de fe. Abraham fue justificado por su fe, una fe que fue demostrada por obras.

5 Por tanto, sí es necesario que atendamos con más diligencia a las cosas  que leemos en la carta a los hebreos, que no debemos dejarnos guiar por la manera en que vemos que algunos líderes conducen a la iglesia, porque me doy cuenta claramente que nos hemos deslizado (Hebreos 2:1) hacia las obras de la ley.

6 ¿De qué manera podría yo descuidar una salvación tan grande? (Hebreos 2:3) Por ignorancia, por no aprender a cuidarla, por creer que es automática y que está absolutamente asegurada, como erróneamente se enseña en muchas iglesias; por ser negligente y confiar en el hombre. Y por supuesto que quien la descuida, tiene qué ser castigado, pues vale mucho más la salvación del nuevo pacto que la palabra de la ley (hebreos 2.2 y 10.27).

7 Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor Jesús, luego fue confirmada por los que oyeron; (Hebreos 2.3) y ahora en la actualidad en muchas iglesias locales no se ve que Dios testifique juntamente con los líderes, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad (v. 4), lo cual es una prueba de que ni los líderes ni las ovejas Le han agradado sirviéndole con temor y reverencia.

 

8 Busque usted en el nuevo testamento para ver si habla acerca de que de alguna manera se pueda tener certeza de la salvación. Esto es lo que encontrará:

 

  1. La salvación no es una certeza, es una esperanza que se tiene por medio de la fe (1ª. a Tesalonicenses 5:8b, Tito 1:2 y 3:7).

 

  1. Aquél que tenga la esperanza de que su salvación se manifieste en el día postrero, debe purificarse a sí mismo (1ª. de Juan 3:3). Por lo tanto, si no se purifica, no la obtiene.

 

  1. La esperanza de salvación puede contar con plena certeza, a condición de que mostremos la misma solicitud hasta el fin, y que no haciéndonos perezosos, imitemos a aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas (Hebreos 6:11).

 

  1. La cita de Juan 10.28 es la más utilizada para enseñar acerca de la salvación asegurada; pero en el 10.27 hay una condición: Que sean ovejas, y está claro que no todos los que están en la iglesia son ovejas, pues algunos son cabritos, y aún más allá, algunos ministros son lobos rapaces (Hechos 20.29-30). Y téngase en cuenta que también Judas estuvo entre el grupo de los escogidos de Dios como apóstoles, y se perdió.

 

  1. Las otras citas son de la carta a los hebreos (7.27, 9.12, 9.26, 10.10 y 10.12), porque allí leemos que dice “una vez para siempre”. Es necesario tener en cuenta que estos textos se refieren a la muerte de Jesús, no a que con una vez que hayas repetido la oración, ya la tienes asegurada.

 

  1. El caso de los ministros y las congregaciones de Galacia es muy ilustrativo sobre este asunto: Ellos habían nacido a una vida nueva en el Espíritu, por el evangelio que les predicaron Bernabé y Pablo en su primer viaje apostólico-profético (Hechos 13-14). Pero después, fascinados por la ley, empezaron a practicar algunas de sus ordenanzas, y terminaron en  la carne, se habían extraviado. Pablo les dice en su carta que necesitan volver a ser paridos, re-nacer, y permanecer en esa libertad de Cristo (Gálatas 4.19 y 5.1). Quienes de ellos no hayan corregido el rumbo, no alcanzaron su salvación.

 

9 Ciertamente Dios nos ofrece la salvación como gracia, en cuanto no podemos hacer nada para conseguirla, sino solamente creer en Jesucristo. Pero, como Dios dice que la cuidemos con temor y temblor, entonces es algo que se puede perder (1ª. a Corintios 15:2). Aquí es donde comienza la idea de que no está garantizada, pues requiere esfuerzo para entrar por la puerta estrecha, y son pocos los que se salvan. Simplemente, quienes están sometidos a alguna ordenanza de la ley –lo cual es muy común en las iglesias- por ser hijos de esclavitud, no pueden heredar ninguna de las gracias del nuevo pacto a través de Jesucristo (Gálatas 4:21-31). Y la salvación es la gracia mayor.

 

10 Quienes creen tener la certeza de su salvación absolutamente asegurada, han sido parcialmente enseñados con algunas citas del nuevo testamento; pero no tomando en cuenta otras. El premio del supremo llamamiento es la salvación, los demás premios son inferiores y condicionados a lograr ese. Si el mismo apóstol Pablo, siendo quien era, no consideraba haberlo ya alcanzado (Filipenses 3:12-14), ¿qué será de nosotros?

 

13 Ahora consideremos este punto: El apóstol Pablo afirma categóricamente que la salvación es por fe, no por obras. El maestro Santiago (que no era apóstol), nos dice de parte de Dios que una fe sin obras, es muerta; y una fe muerta no puede salvar a nadie (2:14-26). No hay contradicción entre ambos textos, porque Pablo está hablando de las obras que hace un ministro auténtico (Efesios 2.6-7); y Santiago está hablando de obras de fe, obras de misericordia, obras de caridad, obras de amor, de compasión. No saquemos Efesios 2.9 de su contexto (2.1-8), ni tampoco lo desliguemos de 2.10.

 

14 Un ejemplo muy práctico y claro que comprueba lo dicho por el maestro Santiago, es el caso de lo que les sucedió a los hebreos. Aquí vamos a ver cómo es que, gracias a una obra de amor, cuando a ellos se les escribió la carta, todavía pertenecían a la salvación (Hebreos 6.9), aunque se estaban deslizando hacia la ley.

 

15 Decirles a ellos “no sea que nos deslicemos” (2:1), es una manera muy sutil de llamarle a la condición en que ellos estaban, realmente cayendo en someterse a varias ordenanzas de la ley de Moisés, a la práctica del sacerdocio levítico y otros conceptos del viejo testamento, cuya realidad anterior ya había sido cambiada por Jesucristo, es decir que ya no son la verdad presente, en la cual debemos ahora estar confirmados (2ª. de Pedro 1:12).

 

16 Consecuencia directa de ese “deslizamiento” hacia aquellas cosas de la ley y de la verdad pasada, es que ellos están en peligro de no alcanzar su salvación. Veamos porqué: En Hebreos 6:5 se les dice que ellos, habiendo gustado la buena palabra y los poderes del siglo venidero, han recaído. ¿Y en qué cosas habían recaído los hebreos? En regresar a las obras de la ley, lo cual equivale a crucificar de nuevo al hijo de Dios y exponerlo a vituperio (6:6).

 

17 Luego en los versículos 9 y 10 se les aclara que, aunque ya se les dijo que es imposible ser otra vez renovados (v. 6), en el caso específico de ellos hay una razón por la cual todavía pertenecen a la salvación, y esta única razón es por la obra de amor que hicieron de servirle a los santos, y que todavía lo hacen. Si no fuera por esta obra de amor, de la cual Dios no se olvida, ellos ya no pertenecerían a la  salvación, la habrían perdido por deslizarse hacia la ley. De esta manera, muchos ministros que en la actualidad se deslizan a la ley, no alcanzan su propia salvación, y la congregación tras ellos.

 

18 Ahora vayamos más adelante: En hebreos 10:26-30 se les está diciendo: miren hebreos, con esta carta, les estamos dando el conocimiento de la verdad presente, la cual ustedes están menospreciando, y si ustedes persisten en sujetarse a las ordenanzas del viejo pacto, a la verdad pasada, de lo cual les hemos venido hablando en toda la carta (6:3), estarían ustedes pecando voluntariamente. En esa situación, habiendo ustedes tenido la oportunidad de ser salvos gracias al servicio que proporcionaron a los santos, si no se corrigen, ya no habrá para ustedes otro sacrificio de Jesús, sino una horrenda expectación de juicio, porque haciendo tales cosas, ustedes se han constituido en adversarios de Cristo, han pisoteado al Hijo de Dios, han tenido por inmunda la sangre del pacto y han afrentado al Espíritu de gracia.

 

18b ¿Qué nos está diciendo Dios hoy? Que quienes después de conocer la verdad a través de esta carta, no se corrigen sino que continúan sometidos a alguna ordenanza de la ley, serán juzgados horrendamente. ¿Y qué sucede después de ese juicio? ¿son salvos? No, no alcanzaron su salvación, y son castigados más que quienes transgredían la ley de Moisés. Condenación para ellos, porque no están en Cristo Jesús (Romanos 8.1), porque no han sido liberados de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8.2), y al practicar alguna ordenanza, le dan poder al pecado sobre ellos (1ª. a Corintios 15.56).

 

19 Luego el autor (o los autores), les dicen: Sabemos que esta disciplina que les estamos enviando,  no les va a causar gozo al recibirla, sino tristeza; pero si ustedes se ejercitan en ella, les dará fruto apacible de justicia (12:11). No desechen esta amonestación que Dios mismo les está haciendo desde los cielos (12:25), y vuelvan sus ojos a Jesús.

 

20 ¿Qué sucedió con los hebreos que no abandonaron sus prácticas de obras muertas de la ley? ¿Se salvaron? Está claro que no, sino que fueron juzgados con veredicto horrendo. ¿Qué les sucede hoy a los muchísimos ministros cristianos y a sus congregaciones que están sometidas a practicar ordenanzas de la ley, a hacer obras de la ley? No alcanzan su salvación, por constituirse en enemigos de Cristo, por vituperarlo. Para ellos, si no se corrigen ante esta oportunidad, no queda otro sacrificio de Jesús, sino la misma horrenda expectación de juicio que para aquellos que corrían bien cuando empezaron (Gálatas 5.7).

 

21 Por lo tanto, la fe se demuestra con obras, y si no hay obras, la fe es muerta, y una fue muerte, como dice Dios, ¿podrá salvarle a usted? Vemos entonces que sí se puede perder la salvación.

 

22 Otro ejemplo más: A las 5 vírgenes insensatas, que no estuvieron prevenidas y listas en el momento oportuno, se les cerró la puerta y no pudieron entrar con el Cordero que había venido por ellas. Después de terminada la ceremonia de las bodas, ¿se les abrirá otra vez para que entren y se salven? Por supuesto que no. Luego, también la perdieron.

 

23 Otro caso más, por si los anteriores le parecen a usted insuficientes: Si alguien de entre nosotros (es decir alguien que ya había recibido el regalo de la salvación por fe), se ha extraviado de la verdad, su alma va rumbo a la muerte (Santiago 5:19-20). ¿Rumbo a dónde dice? Rumbo a la muerte,  al igual que antes de que recibiera la salvación, cuando era inconverso. Si nadie le hace volver del error de su camino, si no se corrige, ¿se va a salvar? El propósito de estos escritos, es hacer volver de su extravío a algunos de esos muchos ministros.

 

24 Esta es la muy triste situación de muchísimos cristianos que todavía hoy están extraviados de la verdad porque se someten a algunas ordenanzas de la ley, de lo cual no son conscientes porque tienen el entendimiento embotado y hay un velo puesto en su corazón. La causa de ello y la solución, están claramente anunciadas por Jesucristo (2ª. a Corintios 3:14-17), por lo cual no hay excusa para nadie. No podremos decir “yo no sabía”, no podremos decir “yo no entendí”.

 

25 Y aún hay más ejemplos. Mateo 25.31 ss. ¿Qué son los de la izquierda? R.- Cabritos. ¿Cómo califica Dios a los cabritos? R.- Son malditos. ¿A dónde va a mandar el rey a esos cabritos? R.- Al infierno. ¿Porqué va a enviar al infierno aún a los creyentes? R.- Por no hacer específicamente las obras contenidas en esta profecía.

 

26 La salvación no es por hacer obras (de la ley); pero quienes verdaderamente han sido creados en Cristo, hacen buenas obras (Efesios 2.9-10). Cuando nos presentemos ante el tribunal de Cristo para ser juzgados, alcanzaremos la salvación en base a lo que nuestra fe viva nos haya llevado a hacer (Romanos 14.10 y 2ª. a Corintios 5.10). ¿Cuál es la razón por la que Jesucristo les dirá a muchos ministros: “Nunca os conocí, apártense de mí,  hacedores de maldad”. Porque aunque se pusieron a hacer la obra del ministerio, siguieron haciendo lo malo como cuando eran inconversos, creyendo vanamente en una salvación asegurada.

 

26b Para conocer más a fondo sobre este  y otros temas de especial interés, le recomiendo solicitar el estudio de la carta a los hebreos titulado “Hebreos del siglo 21”.

 

 

 

La búsqueda

 

27 Estoy buscando:

 

Una persona que verdaderamente milite en el Espíritu, que tenga autoridad para destruir fortalezas, argumentos y altiveces del enemigo (2ª. Corintios 10:4-5). Si usted conoce a alguien que reúna estas características, por favor ayúdeme a ponerme en contacto con esa persona (Apocalipsis 2:2b).

 

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno.  Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Abril de 2012