28.- Batallas y galardones

Si de aquello que solo era figura y sombra de las cosas celestiales, a Moisés le fue ordenado que lo hiciera conforme al modelo que se le mostró en el monte (Hebreos 7.44 y 8.5), ¡¡¡cuánto más nosotros!!!, si queremos ser ministros competentes del nuevo pacto, no de la letra de la ley (2ª. a Corintios 3.6), deberíamos obedecer al Señor (Juan 14.15), y edificar la iglesia de Jesucristo conforme al diseño que ÉL nos muestra en el nuevo testamento, porque Jesucristo no es mediador del viejo pacto (Hebreos 12.24), como tampoco es sacerdote levita del pacto antiguo (Hebreos 7.11).

 

Repetimos muchas veces que el Señor viene ¡pronto, ya!; pero eso no sucederá todavía mientras nosotros no hayamos forzado a entrar (Lucas 14.23) a la plenitud de los gentiles (Romanos 11.25) y se halla predicado este evangelio del reino (Mateo 24.14). ¿Está Israel bajo ataque? Es culpa de nosotros los “cristianos”, porque hemos nulificado la obra pacificadora de Jesús en la cruz entre Israel y los demás pueblos (Efesios 2.14-16), al hacer que las iglesias vivan en una mezcla de ambos pactos, siendo que Jesucristo ya abolió el antiguo (Efesios 2.15, Colosenses 2.14, Hebreos 7.18-19 y otras), porque cuando se hace un nuevo testamento, el anterior pierde su validez (Hechos 8.13).

 

Si viviéramos en la locura de la cruz como lo hicieron aquellos ministros competentes de la iglesia primitiva, Dios continuaría hoy y durante todas las generaciones (Efesios 2.7) destruyendo la sabiduría de los sabios y el entendimiento de los entendidos, por las demostraciones de poder (1ª. a Corintios 1.19 y 18, 2.4-5 y 4.20), manifestadas a través de ministros aprobados (Hebreos 2.4). Haciéndolo así, la iglesia cumpliría su misión en este mundo ante los principados y potestades celestiales (Efesios 3.10) que todavía lo gobiernan por la escasez de ministros que militen en el Espíritu (2ª. a Corintios 10.3-5). 

 

BATALLAS Y GALARDONES

(Solo para ministros de la iglesia)

 

  1. En Apocalipsis 2  y 3, Jesús habla a todas las iglesias habidas y por haber desde aquellos tiempos hasta siempre, a través de las generaciones. Pero los siete mensajes no se los envía a todas las iglesias en conjunto, sino que a cada una en particular le envía un mensaje específico, según su situación espiritual.  Por lo tanto, a cada una le habla de enfrentar y vencer a un enemigo bien identificado, y de la misma manera le ofrece un galardón muy específico, si es que venciere.

 

  1. Casi a todos nos gustaría ser la iglesia de Filadelfia, por cuanto Jesucristo no presenta ninguna reprensión para ella, y algo mucho mejor todavía: no pasará por la gran tribulación; pero en Filadelfia no hay multitudes, no hay mega-iglesias. La causa de ambas cosas se debe a que Filadelfia es ante todo una iglesia que guarda con fidelidad la palabra de Jesús, lo cual muy pocos “ministros de Dios” logran cumplir. Fidelidad individual de cada creyente a vivir conforme a los pequeños mandamientos de Jesús, algo que en muchas iglesias no se enseña; fidelidad comunitaria como iglesia edificada según los planos dados por Jesucristo, lo cual se mira muy poco,  y no conforme a las mejores ideas de los líderes, lo cual es idolatría (Jeremías 18:15).

 

  1. Yo nací  en una congregación cuyo pastor afirmaba: “. . . . nosotros somos la iglesia de Filadelfia, . . . . .”, y con ello entusiasmaba a todos los congregantes, ya fuésemos ovejas o cabritos. La congregación en general estaba envanecida esperando el día en que regresaran los que habían salido, y se postraran delante de nosotros, entre otras cosas. Sin embargo, al paso del tiempo pude darme cuenta que tal afirmación no tenía sustento verdadero, pues si acaso coincidíamos en algo, era solamente en ser una iglesia pequeña, lo cual podría equivaler a tener poca fuerza. Realmente las iglesias Filadelfia son pocas, muuuuuuuy pocas.

 

  1. Hay quienes afirman, en base a Apocalipsis 3:10, que ninguna iglesia  pasará por la gran tribulación.  Parece ser necesario repetir que la gran mayoría de las iglesias no está cumpliendo con el requisito específico de guardar la palabra de Cristo-Jesús, y que por lo tanto son pocos los que alcanzarán esta promesa. Digamos que en todo el mundo somos aproximadamente 3 mil millones de cristianos, y sin embargo, solamente 144 mil siervos de nuestro Dios serán sellados y arrebatados, escapando así de pasar por esa terrible experiencia (Ap. 7:3-4). Es decir: ni siquiera el 0.01%.

 

  1. En cambio, los creyentes que salgan victoriosos de la gran tribulación serán una multitud (Ap. 7:9 y 14), y los “cristianos” que mueran por castigo cuando sean vertidas las copas de la ira de Dios, también serán multitudes. Son muchos los líderes que siembran ilusiones vanas en las congregaciones, haciendo creer que es fácil -ó inclusive automático- escapar de la gran tribulación.

 

  1. En varios escritos he mencionado lo que hacen los ministros del judaísmo infiltrados en las iglesias “cristianas”, que para edificar la iglesia practican y enseñan que es necesario obedecer algunas ordenanzas de la ley. Pues bien, estos líderes de iglesias aparentan ser cristianos, dicen ser siervos de Dios; pero por sus hechos son lobos integrantes de la sinagoga de Satanás (Apocalipsis 2:9 y 3:9), falsos hermanos (Gálatas 2:4). ¿Qué va a suceder con ellos? No se van a arrepentir, no van a entender aunque se les esté diciendo claramente, y si acaso entienden y reconocen que se les está diciendo la verdad, repetirán lo que me dijo un apóstol: “Tu palabra es correcta, tienes razón en lo que escribes, pero no voy a hacer lo que tú dices”.  Será fortuito que Dios mismo los convenza y haga que se arrodillen delante de los pocos siervos fieles, irreprensibles, que integran la iglesia de Filadelfia alrededor del mundo (Apocalipsis 3.9). Mas no por eso pasarán a ser de los sellados que reciban galardón, pues solamente contándolos a ellos excederían el número revelado.

 

  1. La batalla que están librando actualmente las auténticas iglesias tipo Filadelfia, es resistir los embates de las iglesias “cristianas” enemigas, las que blasfeman contra ellas por no hacer lo que hacen las iglesias “normales”, pretendiendo de esta manera imponerles la religión del judaísmo, esto es reducirlas a la esclavitud de la ley (Gálatas 4.24-25 y 5.1). Los creyentes que en la actualidad sean parte de la iglesia de Filadelfia, si retienen lo que son y permanecen fieles hasta el momento en que el ángel les coloque el sello, recibirán no cualquier premio, sino específicamente los que se detallan en Apocalipsis 3:12.

 

  1. De los siete tipos de iglesias que existen alrededor del mundo, solamente hay dos irreprensibles, la otra es Esmirna. Esmirna es una iglesia que está pasando por tribulaciones, y todavía les faltan más (Apocalipsis 2:8-11). Esmirna es una iglesia que vive en pobreza económica; pero que es rica espiritualmente. Por lo tanto, las iglesias que viven según el evangelio de la abundancia financiera, no son Esmirna ni Filadelfia.

 

  1. Una de las batallas que está enfrentando la iglesia de Esmirna, es precisamente contra los “sinagogos” de Satanás, esto es los judaizantes, los “hermanos” que le causan algunas de sus tribulaciones, blasfemando –tal como corresponde a falsos ministros- contra ella porque presenta gratis el evangelio de Jesucristo (1ª. a Corintios 9.18 y 2ª. 11.12-13) y presumiéndole la abundancia en la que ellos viven, siendo esta la causa principal por la que Jesucristo los señala como enemigos.

 

  1. Los 144 mil de las doce tribus del Israel espiritual que serán sellados y no pasarán por la gran tribulación, son quizá todos de Filadelfia y Esmirna, agregando unos poquísimos de Sardis (Apocalipsis 3.4), Efeso y Tiatira. Posteriormente, las multitudes de creyentes que salgan vencedoras de la gran tribulación por haber lavado sus ropas emblanqueciéndolas en la sangre del Cordero, son de las otras cinco iglesias, si es que enfrentan a los enemigos y salen vencedores de esa guerra.

 

Veamos cuáles son las batallas y los galardones:

 

  1. Los creyentes de las iglesias tipo Efeso (Apocalipsis 2:1-7) tienen discernimiento espiritual, por lo tanto, no son una iglesia niño, a la cual haya qué enseñarle los rudimentos de la doctrina de Cristo, sino que hay madurez en ellos, y saben descubrir cuáles ministros son mentirosos, que no traen la doctrina de Cristo (2a. Juan 9-11. Sobre este punto, ya le envié anteriormente un escrito amplio). Efeso es una iglesia que necesariamente está siendo edificada por los 8 ministerios o funciones puestos por el Padre y por el Hijo (1ª. a Corintios 12:28, Efesios 4.11), y gracias a este trabajo en equipo sometiéndose unos a otros (no todos a uno), es que han triunfado contra los nicolaítas, ya sea porque no los han dejado entrar, o porque los han sacado pronto.

 

  1. La batalla que deberán estar ya ejecutando quienes hoy integran la iglesia de Efeso, es por recuperar su primer amor. Es una batalla contra sí mismos, por volver a estar en la efervescencia del principio. Los que salgan vencedores de esta lucha, no todos, podrán comer del árbol de la vida. Son muy pocas las iglesias tipo Efeso.

 

  1. En todas las ciudades del mundo hay iglesias cristianas, y lo mismo sucede con los tronos de Satanás, de manera que las iglesias tipo Pérgamo pueden estar en cualquier ciudad, al igual que las demás. La característica principal de Pérgamo es que está siendo dirigida por balaamitas (Tito 1.10-11)  y nicolaítas (2ª. a Corintios 11.4 y 20). De ambos grupos ya se habló en tema por separado.

 

  1. Realmente la situación de las muchas iglesias tipo Pérgamo es bastante difícil, pues al estar siendo dirigidas por ministros fraudulentos y engañadores que enseñan un evangelio diferente al de Cristo (Gálatas 1.6), hay muy pocas posibilidades de que puedan retener Su nombre y no negar Su fe. ¿Quién se enfrentará a ellos para sacarlos? ¿Acaso surgirá un Tito, poderoso en el espíritu y con autoridad verdadera de parte de Dios para echarlos fuera? Si la iglesia no los saca (lo contrario de retener), cuando Jesucristo venga, en lugar de arrebatarlos, peleará contra ellos (Apocalipsis 2.16).

 

  1. No obstante esta situación, Jesucristo les da otra oportunidad, pues todavía les dice: “arrepiéntete” y “Al que venciere, . . . . . .”  Será un enfrentamiento muy fuerte, y sí que tendrán mucho mérito los que logren vencer y sacar a balaamitas y nicolaítas, mucho mérito. Los premios del maná escondido y la piedrecita blanca, al no entender en qué consisten, parecen insignificantes con esos nombres; pero estarán muy bien ganados.

 

  1. Son iglesias tipo Tiatira, aquellas en las que se ejerce la actitud jezabélica de dominio, control y manipulación sobre las vidas de las ovejas por parte del líder absoluto -el dictador religioso, ya sea hombre o mujer- y sus incondicionales, independientemente de cuáles sean los títulos con los que la congregación les reconozca su enseñoreamiento, lo cual indebidamente toleran (2ª. a Corintios 11.20) porque no son verdaderos discípulos de Cristo Jesús. La sola presencia de Jezabel en la iglesia es una fornicación espiritual, y por supuesto, la iglesia toda participa de esa fornicación, unos ejerciendo dominio, otros aceptándolo, aunque no se den cuenta de ello.

 

  1. Jezabel es un hombre o una mujer que se desempeña en forma autoritaria; pero que sabe manejar astutamente la diplomacia, la simpatía, las sutilezas y lisonjas, el dominio-control, la repartición de los puestos de mando,   y los encantos femeninos en su caso. Nada raro sería que viva en adulterio, pues sabe muy bien cómo seducir  a los líderes de la iglesia y hacer que guarden silencio, ocultando sus vidas pecaminosas. Teje redes de complicidad y reparte puestos de eminencia, que son sus principales recursos para mover los hilos del poder  y así mantener el control.

 

  1. El apóstol, el  pastor y demás líderes Acab que consienten a Jezabel, son los responsables número uno de esta situación, por la cual caerá sobre ellos el justo castigo. Son  hombres y mujeres con muchas cualidades naturales, las suficientes para haber sido seleccionados como ministros y líderes; pero tímidos y cobardes (Apocalipsis  21.8), por lo cual obviamente no entrarán al reino de los cielos, sino más bien tendrán su parte en el lago de fuego y azufre.

 

  1. Todo el cuerpo de liderazgo de las iglesias tipo Tiatira está secretamente convencido de que Jesús en verdad no escudriña las mentes y los corazones, ni le da a cada quien según sus obras, porque en base a alguna palabra aislada y mal interpretada, creen tener asegurada la salvación.

 

  1. Es bastante muy difícil que en Tiatira haya creyentes sin contaminarse; pero no imposible. A esos pocos, Jesucristo no les impone ninguna otra carga, sino que se mantengan ajenos a la doctrina de control y manipulación, y con eso bastará para que reciban autoridad sobre las naciones. Mantenerse puros en medio de tanta contaminación, tiene bastante mérito; esa es su gran lucha de la cual deberán salir vencedores esos pocos.

 

  1. Las muchas iglesias tipo Sardis, se caracterizan por tener una agenda anual anticipada, muy repleta de actividades de todo tipo, pues de esta manera aparentan tener vida, aunque estén muertas. Sin embargo, toda esa enorme cantidad de obras no son perfectas delante de Dios y están próximas a morir. Estas iglesias debieran recordar lo que recibieron al principio, que habiendo recibido el Espíritu, pasaron a las obras de la carne al practicar ordenanzas de la ley (Gálatas 3.1-3). Deberán arrepentirse y  volver a nacer (Gálatas 4.19) para recuperarlo.

 

  1. Muchos nombres que habían sido inscritos en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo, serán borrados (Apocalipsis 3.4-5), precisamente porque este tipo de iglesias no tienen vida, están muertas.

 

  1. ¿Y en qué se manifiesta que una iglesia tiene vida? Primeramente en el poder de Dios, que obra milagros, señales, prodigios, sanidades, liberaciones, etc. (hebreos 2:4 y 1ª. a corintios 2:4-5), no ocasionalmente sino de manera constante, permanente (2ª. a Corintios 3:11, Efesios 2:7, Hebreos 12.27-28). Segundamente en darle a Dios un servicio (culto, alabanza, adoración) que Le agrade (Hebreos 12.29), esto es que permanezca el amor fraternal no fingido, . . . . . .  (Hebreos 13.1ss), y tercero,  en su fidelidad al guardar los pequeños mandamientos de Jesús, tanto respecto a la vida personal como a la forma en que se edifica la iglesia. En Sardis parece que ocurren estas tres cosas; pero son  solo apariencia, porque en realidad siguen siendo hacedores de maldad.

 

  1. A los pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, Jesucristo no les exige en esta iglesia hacer guerra contra los muertos que parecen vivos, vencerán con el solo hecho de conservarse puros, y  aquellos que lo logren, recibirán como premio que sus nombres no sean borrados (Apocalipsis 3.4-5).

 

  1. Son muchas las iglesias tipo Laodicea que viven en tibieza espiritual. Sus integrantes afirman estar bendecidos por Dios y en victoria; pero su condición económica es la misma de antes de “convertirse” al evangelio, mucha escasez y muchas deudas. En el terreno espiritual, no dejan de ser niños, aunque son participantes muy entusiastas en la alabanza, en la oración, la danza y otras ceremonias litúrgicas religiosas.

 

  1. Su ceguera y pobreza espirituales son el terreno adecuado para sembrar allí visiones nacidas del corazón humano –como por ejemplo hacer la obra del ministerio en base a “yo sentí que . . . ”-, o de profecías bonitas plagadas de mensajes muy llamativos acerca de las grandes bendiciones que les llegarán, y toda clase de palabra que encienda las emociones; pero que no tienen sustento en el evangelio de Jesucristo.

 

  1. Su condición de desventura, miseria, pobreza, ceguera y desnudez hacen muy difícil que puedan escuchar el “toc-toc” de Jesucristo llamando a la puerta. Realmente es muy poco lo que les pide Jesús para que alcancen el premio de sentarse con Él en Su trono.

 

  1. Y así, hemos recorrido ya los siete tipos de iglesia que puede haber. Naturalmente, en muchos de los casos la realidad de una iglesia será una combinación de estos prototipos. Lo importante es identificar la condición verdadera, ya no dejándose ilusionar vanamente por falsas expectativas y por tener de sí mismos un concepto equivocado, creyéndose más de lo que son.

 

  1. Con lo antes expuesto, queda claro de qué iglesias puedan surgir las multitudes de creyentes que forzosamente habrán de pasar por la gran tribulación, los cuales tendrán un gran premio: Gobernar con Cristo durante mil años (Apocalipsis 20:4). Ilusamente, en base a Apocalipsis 5:10, en muchas iglesias se enseña que todos ellos, solo por así desearlo, reinarán sobre la tierra; pero al mismo tiempo dicen que serán de los arrebatados, pues no quieren pasar por la gran tribulación, y -¡Oh contradicción!-: no es posible pertenecer a ambos grupos. Los 144 mil que hayan sido redimidos (rescatados, arrebatados) estarán muy ocupados, como para que no puedan ni quieran venir a gobernar en el milenio (Apocalipsis 14.1-5).

 

  1. Aunque lo han leído, consciente o inconscientemente muchos ministros ignoran que los galardones no son premios al esfuerzo, sino más que al esfuerzo, a los resultados, a la victoria: “Al que venciere, . . . . .”

 

 

Recibí esta correspondencia:

Amado hermano Ramón:

 
He leído varias de sus reflexiones con respecto a la Palabra de Dios y algunas me han parecido buenas y agradezco a Dios que usted se esfuerce por instruir a la Iglesia, pero creo que ahora sí esta reflexión está fuera de lugar; y para no entrar en muchos detalles solo quiero mencionarle que el pasaje de Apocalipsis 7:4 es muy claro al citar que son de las tribus de Israel; y con el debido respeto pero la Iglesia del Señor Jesucristo no pertenece a este número, pues así nos lo muestra Apocalipsis 7:5-8


Saludos
Fernando

 

Apreciable Fernando:

 

Yo he tomado en cuenta lo que dice Dios en gálatas 3:28, efesios 2:14-15 y  colosenses 3:11. En base a ello considero que Apocalipsis 7:4-8 se refiere al Israel espiritual, y lo mismo aplica para el remanente (Romanos 11:5).

 

La ciudadanía del reino no se adquiere por la ley, ni por ser de raza judía (no todos los hijos de Abraham son israelitas), sino por la fe en Jesucristo, cualquiera que sea la procedencia natural. Solamente los hijos de la libre (Sara, no Agar) pueden entrar al reino para recibir la herencia (Gálatas 4.21-25), solamente los que estén redimidos de la maldición de la ley (Gálatas 3.13), a través de Jesús, podrán algún día recibir la adopción de hijos (Gálatas 4:5).

 

Y también tome en cuenta que el Israel natural, es decir por raza genética, así como también los gentiles que se someten a alguna ordenanza de la ley, son hijos de esclavitud, y los hijos de la esclava no pueden heredar con los de la libre (Gálatas 4:24 y 30).

 

Saludos cordiales,

 

Agregado en mayo de 2011:

 

31    Por otra parte, sabemos que el obrero es digno de su salario, muy cierto; pero la carrera por los galardones tiene sus reglas, y quien lo cobra, a cambio de ese beneficio material paga unos costos espirituales muy elevados, porque:

  1. Pone obstáculos al evangelio de Cristo que dice predicar, (1ª. a Corintios 9:12),
  2. los que le pagan desvanecen su gloria, (v. 15),
  3. no obtendrá ningún galardón por las muchísimas obras que haya hecho, (v. 18),
  4. abusa del derecho que tiene, (v. 18),
  5. no es libre, sino esclavo de aquellos que le pagan; (v. 19 versión castilian),
  6. gana menos almas, (v. 19),
  7. no está corriendo para ganar aquel premio, (v. 24),
  8. le da gusto a su cuerpo (carne) no poniéndolo en servidumbre, (v. 27),
  9. está en peligro de ser eliminado de la carrera, (v. 27),
  10. anda desordenadamente, (1ª. a Tesalonicenses 4.12 y 2ª. a Tesalonicenses 3:7),
  11. es gravoso a los demás, (v. 8),
  12. no da un ejemplo digno de imitar, (v. 9),
  13. no será coronado, por estar luchando ilegítimamente, (2ª. a Timoteo 2:5).

 

32   ¿Por qué todos los ministros entienden fácilmente el derecho que tienen para cobrar salario de obrero, pero poquísimos entienden lo que pierden en el ámbito espiritual? ¿Están atesorando en el cielo o en la tierra? Este es un hecho que comprueba dónde verdaderamente está su corazón.

 

33   Otro motivo por el cual muchos no recibirán el galardón que esperan, es por cuidar de la grey de mala gana, ¿cuáles son las ganancias deshonestas (Tito 1.10-11) que se pueden obtener en la iglesia?, o porque dominan y controlan a las ovejas (1ª. Pedro 5.2-4).

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Actualizado en Febrero de 2014