25.- "Cristianos" que no están en Cristo Jesús

 

“CRISTIANOS” QUE NO ESTÁN

EN CRISTO JESÚS

(Solo para ministros de iglesias)

 

Muchas personas que se congregan fielmente en la iglesia, en realidad no están en Cristo Jesús porque permanecen en sus delitos y pecados, pues siguen estando bajo el dominio del pecado por estar sujetos a la ley de Moisés (1ª. a Corintios 15.56, Romanos 8.2).

 

  1. En el párrafo 15 del escrito titulado “los dos pactos” que envié recientemente, cité textualmente las palabras que Dios dice acerca de “los que pecaren voluntariamente, después de haber recibido el conocimiento de la verdad, . . . . .” (Hebreos 10:26-30).

 

  1. Pues bien, recibí el correo electrónico de un pastor en el que me cuestiona sobre esta afirmación, citándome las siguientes palabras bíblicas: “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). En primer lugar, es necesario aclarar que las palabras de hebreos 10:26-30 no las digo yo, las dice Dios a hebreos cristianos, convertidos, nacidos de nuevo, nuevas criaturas. También se hace indispensable puntualizar que no todos los que van a la iglesia están en Cristo Jesús.

 

  1. Para “estar en Cristo Jesús” no es suficiente repetir una oración. Tampoco basta con asistir a todos los servicios de la congregación, a las cruzadas, los conciertos, etc. “Estar” en Cristo Jesús no consiste en levantar las manos en la reunión de los santos, danzar, cantar, tocar algún instrumento, predicar, etc. Incluso podría ser posible que quienes más espirituales parecen en la congregación porque ponen carita de ángel, sean precisamente los que  NO están en Cristo Jesús.

 

  1. “Estar” en Cristo Jesús es, en cuanto a la vida personal, aceptar sus enseñanzas, vivir conforme a ellas, abandonar nuestros viejos pensamientos viciados, etc. Yo no conozco una iglesia en la cual se cumpla con la gran comisión en lo que respecta a “enseñarles que guarden todas las cosas que les he mandado” (Mateo 28:20). Conozco muchas que enseñan doctrinas de hombres, basadas en algunas citas bíblicas.

 

  1. “Estar” en Cristo Jesús, en cuanto a los ministros y líderes, es edificar la iglesia conforme a los lineamientos marcados por Jesucristo en el nuevo pacto. A este respecto, yo he visto muchas cosas que se hacen en las iglesias para edificarlas conforme a las muy buenas ideas de los líderes, a su manera o como les enseñaron gentes de otra nación; pero que no coinciden con los pensamientos de Jesús acerca de cómo edificar la iglesia. Este punto lo traté con la amplitud que se requiere en el primer escrito que le envié,  titulado “a mi manera”.

 

  1. De los dos puntos anteriores, se concluye que muchos líderes de iglesias y ovejas en realidad NO están en Cristo Jesús. “Eso no puede ser” van a decir algunos. Enseguida paso a demostrar que sí es posible.

 

  1. Vamos a Hechos 15. Aquí vemos a algunos judíos y hebreos de la secta de los fariseos, que supuestamente habían creído en Jesús, queriendo obligar a los gentiles a circuncidarse y guardar la ley de Moisés, para poder ser salvos (v. 1 y 5). ¿Qué hacían estas personas en las reuniones de los santos? Cantaban, oraban, levantaban las manos en adoración, danzaban, etc. En fin, que hacían externamente todo aquello que era la práctica común de la iglesia, lo que haya sido en ese entonces su culto de adoración.

 

  1. Por supuesto que esas personas NO estaban en Cristo Jesús. Manifestaron haber creído en Jesús (Juan 8.31); pero no se convirtieron a Jesús, pues estaban afirmando que la muerte de Jesús era insuficiente o nada tenía que ver con la salvación y por eso era necesario circuncidarse. Eran unos “líderes y cristianos parcialmente convertidos” del siglo I, enemigos de la cruz de Cristo (filipenses 3.18).

 

  1. Por otra parte, ¿Cuál era la condición espiritual de aquellos judíos y hebreos que fascinaron a los ministros de Galacia (Cap. 3)? Esos judíos y hebreos se presentaron a los gálatas como nuevos creyentes; pero les predicaron que se acoplaran a las prácticas del antiguo pacto y al cumplimiento de la ley, que era lo que ellos traían en su corazón porque en realidad no se habían convertido a Jesús. Por lo tanto, NO estaban en Cristo Jesús, estaban en la ley de Moisés. No estaban en el nuevo pacto, estaban en el viejo pacto.

 

  1. Lo que se conoce como el primer concilio en Jerusalén, referido en el capítulo 15 del libro de los Hechos, se realizó precisamente como consecuencia de lo que estaban promoviendo los judaizantes. Ya vimos que, no obstante el acuerdo de la iglesia sobre este asunto (Hechos 21.25), ellos continuaron moviéndose muy activamente en la misma dirección equivocada. Fueron después con los gálatas, y posteriormente con toda seguridad a otras iglesias. Prueba de ello es la referencia a los nicolaítas, hecha en Apocalipsis 2:6 y 15.

 

  1.       Toda la carta a los hebreos tiene un solo punto principal: La suficiente calidad del sacerdocio de Jesucristo (8:1-2), por lo cual no debiera haber motivo para regresar a las prácticas, ordenanzas y costumbres del antiguo sacerdocio, la antigua ley con todos sus mandatos. El nuevo pacto, puesto en vigor al morir Jesús (Hebreos 9:16-17, es muy importante entender este momento), invalida al antiguo totalmente (Hebreos 7:12 y 8:13 y gálatas 3:19, Hebreos 12.27).

 

  1.        Pues visto lo anterior, resulta muy interesante darnos cuenta que esa carta haya sido dirigida precisamente a los hebreos, es decir a aquellos judíos del capítulo 15 de hechos, lo cual es prueba de que no se corrigieron. ¿Qué es lo que pasó con ellos como para que merecieran tan severa reprimenda? Esos judíos y hebreos que no dejaron su vieja manera de pensar, que eran falsos hermanos (Gálatas 2.4), que no fueron transformados por la renovación de su entendimiento, ganaron terreno en la iglesia, a grado tal que llegaron a introducir prácticas y ordenanzas del antiguo pacto, para reducir a los creyentes a ser esclavos de la ley (Gálatas 2.5), porque no estaban en Jesús.

 

  1.        La carta a los hebreos tiene el propósito de hacerles darse cuenta de ello, se les está dando a conocer la verdad. A ellos se les está diciendo que en su caso, si después de leer la carta siguen con sus prácticas del antiguo pacto, estarían rechazando con sus hechos el sacrificio de Jesús, por lo cual para ellos ya no queda otro posible sacrificio para el perdón de sus pecados, sino una horrenda expectación de juicio por ser adversarios de Jesús (Hebreos 10:26-27). En esta misma situación están los judaizantes modernos.

 

  1.         Por otra parte, sabemos que quienes se someten a una ordenanza de la ley, deben cumplirla toda (Gálatas 5:3). Y nuevamente resulta interesante que esto se lo haya escrito Pablo a los gálatas, los que se dejaron fascinar por las sombras de la ley y sus ordenanzas, los que se apartaron de la verdad para seguir otro evangelio (1.6), que no era la verdad del nuevo pacto (Gálatas 3:1-3). Los gálatas no permanecieron firmes en la libertad con que Cristo les había hecho libres (5.1), necesitaban ser paridos otra vez, re-nacer (Gálatas 4.19).

 

  1.        Por si lo anterior fuera poco, tómese en cuenta que quien se circuncida, y por extensión quien se somete a cualquier práctica de la ley, se desliga de Cristo, es decir, NO está en Cristo, porque cae de la gracia (gálatas 5:4).

 

  1.        Expuesto lo anterior, yo veo claramente que muchos líderes y cristianos de hoy, NO están en Cristo Jesús porque practican algunas ordenanzas de la ley. Están desligados de Cristo, aunque participen en los servicios de culto y adoración como si fueran los más espirituales, proclamando el nombre de Jesús.

 

  1.        Todos los “cristianos” afirman estar cimentados sobre la roca; pero Jesús puso una condición: “El que escucha estas cosas y las pone en práctica, ……..”. Si en aquellos tiempos cuando estaban los primeros apóstoles en la iglesia, se pudieron introducir los lobos rapaces, cuánto más fácil no será en nuestros días que dentro de las iglesias existan ministros solo parcialmente convertidos; pero que NO están en Cristo Jesús, sino en la ley de la carne, por lo cual sí hay condenación para ellos (Romanos 8.1ss), y no podrán heredar el reino (Gálatas 4.24-25 y 30), porque no han recibido la adopción de hijos (Gálatas 4.5).

 

  1.     Las sombras de la ley son fascinantes, tienen una poderosa fuerza de atracción que cautiva a miles de líderes que siguen siendo celosos por la ley (Hechos 21.20), y con ellos a millones de ovejas, embotándoles el entendimiento (2ª. Corintos 3:14-17), haciéndoles caer así en el cumplimiento de algunas de sus ordenanzas, y por ende, desligándolos de Cristo. Es una situación muy triste, una fatalidad.   

 

  1. En el estudio de la carta a los hebreos titulado “Hebreos del Siglo XXI” y en “líderes y cristianos parcialmente convertidos” se explican con toda amplitud algunos de los puntos referidos. Puede solicitarlos por este mismo conducto.

 

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Noviembre 2011