22.- Palestina vs. Israel

Si viviéramos en la locura de la cruz como lo hicieron aquellos ministros competentes de la iglesia primitiva, Dios continuaría hoy y durante todas las generaciones (Efesios 2.7) destruyendo la sabiduría de los sabios y el entendimiento de los entendidos, por las demostraciones de poder (1ª. a Corintios 1.19 y 18, 2.4-5 y 4.20), manifestadas a través de ministros aprobados (Hebreos 2.4). Haciéndolo así, la iglesia cumpliría su misión en este mundo ante los principados y potestades celestiales (Efesios 3.10) que todavía lo gobiernan por la escasez de ministros que militen en el Espíritu (2ª. a Corintios 10.3-5). 

 

PALESTINA VS ISRAEL

(Solo para ministros de la iglesia)

 

1 Acabo de leer una nota periodística que dice “líderes mundiales de las iglesias han pedido a los políticos de Israel el cese al fuego”. Y yo me pregunto qué clase de papel están haciendo los líderes de las iglesias cuando se ponen a hacer esa petición a los líderes políticos, en lugar de pedírselo a Dios. ¿Por qué no le piden a ÉL? Además, parece que ellos ignoran la enemistad decretada por Dios entre Israel y sus vecinos.

 

2 Vea usted qué cosa tan interesante dice Dios en el Evangelio de Juan 15.16, al final (Está hablando Jesús): “. . . . todo lo que pidieren al Padre en mi nombre, ÉL se los dará a ustedes”.

 

3 ¡Qué interesante! ¿Verdad? Así que los líderes de las iglesias –que se supone son discípulos de Jesús, sus seguidores y representantes delante de los hombres- pueden pedirle a Dios lo que quieran, y Dios les va a dar lo que hayan pedido. ¿No le parece asombroso a usted que los líderes de las iglesias pudieran tener un poder tan enorme? ¿No le parece más sorprendente aún que no lo usen? ¿Será posible que no lo sepan? ¿O más bien lo que pasa es que no lo creen?

 

4 Bueno, lo que pasa es que existen algunos requisitos para que Dios haga lo que alguien le pida:

 

  1. Es necesario que ese alguien ame a los demás. La Biblia lo dice así textualmente en Juan 15:17: “Que se amen unos a otros”.

 

  1. Otro requisito es que lo que pidas esté de acuerdo con SU voluntad para que tengamos las peticiones que le hayamos hecho. Esto lo dice el apóstol Juan en una de sus cartitas (1ª. de Juan 5.14-15).

 

  1. También es indispensable que la oración sea hecha por un justo y de manera eficaz (Santiago 5:16).

 

  1. Es necesario creer que lo recibiremos (Marcos 11.24), porque quien pide dudando, nada recibirá (Santiago 1.6-7).

 

5 Respecto al primer requisito, bien pudiera ser que los líderes de las iglesias en realidad no se aman unos a otros, sino que solamente se aman a sí mismos a través de los demás que están bajo su autoridad: Cuando ellos piden el cese al fuego a los líderes políticos, están proyectando una imagen de que son los “buenos” y así quedan bien con la gente de “su” iglesia.

 

6 Vamos a suponer que por allí exista un líder eclesial que sí ama a los otros, y por lo tanto sí cumple la primera condición, por lo cual Dios debiera escucharle y hacer lo que ese líder le pide. Quedarían pendientes los otros 3 requisitos. Refiriéndonos al segundo, ¿Acaso podría ser posible que no fuera voluntad de Dios terminar con esa guerra?

 

7 Cuando leemos el antiguo testamento, encontramos varias ocasiones en las cuales Dios mandó a algún rey de otro pueblo para que atacara y esclavizara al pueblo judío. Se entiende que Dios hace esto cuando su pueblo se está portando mal, Dios  le avisa a través de los profetas para que se arrepientan y de ninguna manera el pueblo quiere arrepentirse. Eso viene en la Biblia más de varias veces, de manera que a Dios no le queda otra alternativa sino castigar a su pueblo a través de una guerra, por sus desobediencias, por sus rebeliones.

 

8 Volviendo con nuestra realidad actual en la franja de Gaza, lo que sucede entonces es que Dios está castigando a “su pueblo” que habita en esos lugares,  y que se ha estado portando mal haciendo lo que a ÉL  no le agrada. ¿Y qué hacen los cristianos en tal situación? Seguramente sí oran para pedir a Dios que termine con ese sufrimiento que están padeciendo; pero a los judíos no se les ocurre preguntarle a Dios cuál es la rebelión en que viven para que los castigue en esa forma, ni los líderes cristianos saben cuál sea el pecado propio y el de su congregación que nulifica lo que Jesús ya hizo en la cruz: Pacificar.

 

9 Por lo tanto, Dios seguirá castigando a su pueblo con ese y otros males, los que sean necesarios para que su pueblo se corrija, pues ese es el objetivo de Dios con tales castigos (1ª. a Corintios 11.32).

 

10 Algo similar sucedió cuando cayeron las torres gemelas. Con ese acto, Dios castigó a “su pueblo” alrededor del mundo, no solamente en Estados Unidos. Lo mismo con el huracán Katrina, etc.  Al Qaeda, Hamas, Boku haram, los políticos, Katrina, etc. no son sino criaturas mandaderos de Dios que le hacen al pueblo de Dios el mal que Dios quiere hacerle para castigarlo, para que se corrija.

 

11 En este caso de la guerra de los israelíes contra los palestinos, como puede ser en cualquiera otra catástrofe, en realidad lo que Dios está haciendo es castigar a SU pueblo porque son desobedientes, ellos desobedecen a su DIOS, no lo escuchan, no hacen lo que a ÉL le agrada, y como dicen ser sus hijos, ÉL tiene derecho a castigarlos (Hebreos 12.6).

 

12 En el caso de la cautividad en Babilonia, Dios hizo regresar a su pueblo de manera milagrosa no porque se hayan arrepentido todos, sino porque se cumplió el plazo que Jehová había establecido. De manera que cuando se pongan en paz temporalmente Israel y Palestina, no se entienda por ello que necesariamente el pueblo de Dios ya se corrigió. Tampoco canten victoria los que oraron por la paz.

 

13 Entonces lo que los líderes de las iglesias debieran hacer es preguntarse: ¿Qué estamos haciendo mal para que nuestro Dios, nuestro Padre que tanto nos quiere, nos esté castigando de esta manera? Y si se pusieran a buscar en la Biblia con verdaderos deseos de encontrar respuestas, las hallarían, lo dijo Jesús: “El que busca, halla”.

 

14 ¿Y porqué no le preguntan a Dios para que les diga qué es lo que están haciendo mal? Porque en realidad los líderes de las iglesias creen estar haciendo lo correcto, igual que los líderes religiosos de los tiempos de Jesús, y aquellos contemporáneos de Isaías, Jeremías, etc.

 

15 En cuanto al tercer requisito, está claro que en las iglesias no se enseña al pueblo a orar de manera eficaz ni a ser justos, pues por diez justos que hubiera, Dios no traería castigo a una ciudad (Génesis 18:32). Por eso es que la oración ineficaz de los creyentes injustos no tiene poder, aun cuando sean miles y millones los que se unan en un acto multitudinario, o que coincidan en una misma hora alrededor de todo el mundo, o que hagan una cadena de oración, etc.

 

16 Si usted quiere enterarse de algunas de las abominaciones que hacen actualmente muchos líderes de iglesia, solicite vía Internet el estudio bíblico de la carta a los hebreos titulado “Hebreos del Siglo 21”.

 

Observaciones:

17 Por “líderes de las iglesias” entiéndase desde el Papa hasta los diáconos de cualquier denominación. Queda excluido de esta exhortación el Dalai Lama, pues para él no está accesible este poder de la oración porque él no invoca el nombre de Jesús. Por “pueblo de Dios” entiéndase a todo aquél que invoca el nombre de Cristo, de cualquier denominación, en cualquier parte del mundo.

 

18 Dios no se pone a sacar cuentas de cuánta gente le está pidiendo algo, así que las cadenas de oración y las reuniones tumultuosas interdenominacionales son un engaño si es que los participantes no cumplen con los requisitos mencionados. La oración ineficaz de un millón de injustos, no tiene poder (Stgo. 5:16).

 

19 La Palabra me ha convencido de que realmente Dios quiere la paz, no solo para el pueblo de Israel natural, sino también para el Israel espiritual, pues además de otras cosas que ya sabemos, la muerte de Jesús en la cruz abolió la ley dada a los judíos, con sus mandamientos y ordenanzas (Efesios 2:15 y colosenses 2:14), anulando así en el ámbito espiritual las enemistades entre las otras naciones y los judíos, ya que éstos eran los escogidos de Dios. Ahora somos pueblo de Dios todos los que creemos en Su Hijo Jesucristo, y fuimos hechos por Jesús un solo pueblo, para ponernos en paz.

 

20 Sin embargo, los dirigentes del pueblo judío no aceptaron a Jesús, lo rechazaron. Eso por una parte. Por otra parte, los “cristianos” que decimos creer en Jesús y aceptarlo, hemos estado practicando alguna o varias ordenanzas de la ley, haciendo nulo así el propósito de Dios en cuanto a la paz para Israel. De esta manera, las oraciones, las cruzadas, las marchas, las cadenas de oración, etc. que hagamos a favor de la paz en Israel, son infructuosas, son débiles e ineficaces (Hebreos 7.19, Santiago 5:16) a causa de nuestra fluctuación al evangelio de la ley (Efesios 4.14, Gálatas 3.1-3), con lo cual estamos haciendo inválida la cruz de Cristo.

  1. 21.- Los “cristianos” queremos apagar el fuego de la guerra; pero al mismo tiempo le echamos más leña. Es más fácil marchar, que rendirse para ser transformado.

 

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

San Luis Río Colorado, Sonora, México

actualizado a julio 2014