47.- Ministrar al Señor

 

MINISTROS QUE OFRECEN

 FUEGO EXTRAÑO

(Solo para ministros de la iglesia)

 

Introducción:

  1. No creo que en las iglesias cristianas existan personas que explícitamente pronuncien palabras similares a las que dijeron aquellos fariseos (Mateo 12:22-37). Pero sí veo que existen ministros y creyentes que afrentan al Espíritu de Gracia sin darse cuenta, sin entenderlo, sin que sean conscientes de ello. Mas como afirman haber recibido el conocimiento de la verdad, permanecen en sus delitos y pecados, porque Cristo no volverá a ser crucificado por ellos (Hebreos 10:26-30).

 

  1. En esta situación, lo único que queda para ellos es el juicio de Dios, que inevitablemente tendrá el veredicto de culpable, ya que quienes esto hacen son adversarios que el fuego deberá devorar, pues merecen un castigo mayor que el de la muerte por apedreamiento estipulado en la ley de Moisés.

 

Definición:

  1. Para saber qué es un fuego extraño, es necesario leer algunos pasajes bíblicos del antiguo testamento, como por ejemplo en Levítico 10:1-10 lo que hicieron Nadab y Abiú y lo que les sucedió. Y de allí vamos a sacar estos  siete puntos:
    1. Ellos eran sacerdotes hijos de Aarón, descendientes de Leví, por lo tanto, legítimos (v. 1),
    2. Cada uno tenía su incensario, porque ellos sí estaban autorizados para quemar incienso (v. 1),
    3. Ese día llevaban sus incensarios, y ofrecieron incienso, (v. 1),
    4. Jehová los quemó con fuego por hacer eso (v. 2),
    5. Los que se acercan a Él, deben tratarlo como santo (v. 3, LBLA), esto implica hacer únicamente lo que Él manda,  
    6. No supieron distinguir entre lo santo y lo profano, lo limpio y lo inmundo (v. 10), y
    7. ¿Cómo se santificó Jehová en presencia del pueblo? Quemando en fuego a los dos sacerdotes legítimos que ofrecieron lo que en esa ocasión ÉL no les mandó.

 

Otros ejemplos de cómo se presentó fuego extraño en el viejo pacto:

  1. Ejemplos de esto para nuestra enseñanza, los encontramos muy claramente expuestos en el antiguo testamento:

 

  1. Éxodo 32:5-7: Sea notorio que esa fiesta la hicieron para Jehová, esa fue la intención de ellos; y que las ofrendas y holocaustos consistieron en actos rituales tal como posteriormente se los ordenaría Jehová.

 

  1.  1er. Libro de Samuel 13:8-13: El profeta Samuel sí estaba autorizado de parte de Dios para presentar el holocausto y la ofrenda de paz. Saúl hizo lo que a él no le estaba autorizado, de manera que lo extraño del fuego no consistió en el “qué”, sino en el “quién”. ¿se da usted cuenta que Saúl se esforzó?; pero en hacer algo que a él no le tocaba. Lo mismo hacen hoy muchos ministros.

 

  1. 1er. Libro de Samuel 15:23: Saúl presentó holocausto y  ofrenda que Dios no le había encargado a él sino a Samuel, por eso el profeta lo llama loco,  rebelde,  obstinado, idólatra y adivino que está desechando la palabra de Jehová a quien debiera santificar. En otras palabras: No porque mires a algún ministro hacer una buena obra, vayas tú a decir “yo también lo voy a hacer”, sin que Dios te lo haya mandado específicamente a ti.

 

  1. Una práctica muy común es que algunos ministros extraviados preguntan en la congregación quién quiere hacer tal o cual obra para el Señor, oran por ellos y hasta los ungen para tal efecto, en base a que ellos lo desean en su corazón, no en que Jesucristo los haya constituido (Efesios 4.11) o Dios los haya puesto (1ª. a Corintios 12.28).

 

  1. Los israelitas decían que los caminos de Jehová eran buenos, que Sus pensamientos eran hermosos para ellos; pero con sus hechos demostraban preferencia por andar en sus propios caminos, haciendo las cosas según sus mejores ideas, levantándole un ídolo a la vanidad de su mente y quemándole incienso (Jeremías 18.15).

 

Ejemplos de cómo se presentó fuego extraño en la iglesia primitiva:

  1. En los tiempos de la iglesia primitiva también sucedió que hubo ministros que presentaron fuego extraño al nuevo pacto, esencialmente porque continuaron practicando ritos, ordenanzas, mandamientos que estuvieron vigentes en el viejo pacto, pero que al entrar en vigor el nuevo, ya quedaron derogados:

 

  1. Tenemos el caso de los gálatas, quienes después de haber empezado por el espíritu al escuchar y aceptar el evangelio de Cristo muerto en una cruz, pero resucitado y poderoso, después fueron fascinados por la ley y terminaron en la carne al sujetarse a algunas de aquellas prácticas (Gálatas 3.1-3) que habían sido correctamente realizadas mientras el viejo pacto estuvo en vigor (Gálatas 3.19, Hebreos 8.13 y 9.16-17); pero que en el nuevo ya no deberían practicarse.

 

  1. ¿Cuál es ese otro evangelio diferente que los gálatas estaban escuchando? (1.6). Es el de la ley, y explícitamente Pablo les menciona –para ejemplo nuestro- que ya habían empezado por celebrar días, meses, tiempos y años de las fiestas judías, provocando con ello que el trabajo de Pablo resultara en vano (4.10-11), razón por la cual tendría que volver a parirlos, esto es a hacerlos nacer de nuevo, otra vez (Gálatas 4.19). Así que la maldición lanzada por Pablo, alcanza a todos aquellos que aún hoy predican un evangelio diferente al que él predicaba, esto es para quienes predican la ley.

 

  1. Los falsos hermanos, o sea los judaizantes que espiaban la libertad que los gentiles habían recibido al ser redimidos por Jesús para que ya no tuvieran que someterse a la ley (gálatas 3:10 y 13, 4.5), querían reducir a los gentiles a la esclavitud de la ley; pero Pablo no accedió ni por un momento a someterse, para que la verdad del evangelio de la libertad permaneciese con los gentiles (Gálatas 2:4-5).

 

  1. Pedro y Bernabé, junto con otros judíos,  fueron arrastrados a la hipocresía de  los judaizantes que querían imponer la ley a los gentiles. Este acontecimiento sucedió en Antioquía cuando Saulo de Tarso enseñaba en esa congregación junto con Bernabé (Hechos 11.26), es decir cuando ambos todavía no eran apóstoles (Hechos 13.1-3). Nótese cómo en este caso, esos ministros de la religión judía vinieron de parte de Jacobo (gálatas 2:12-13), quien poco después moriría a espada (Hechos 12.2). ¿Sería porque estaba ofreciendo fuego extraño?

 

  1. Al someterse a la ley, los gálatas estaban convirtiéndose en hijos de Abraham; pero a través de Agar. En esta situación tan terrible, Pablo les aclara que los hijos de la esclava no pueden heredar las gracias del nuevo pacto con los hijos de la libre (Gálatas 4.24-25 y 30), no permanecen firmes en la libertad de Jesús, caen de la gracia, se desligan de Cristo al pretender justificarse por alguna obra de la ley (Gálatas 5:1 y 4).

 

  1. No existe evidencia en los textos neotestamentarios de que Juan Marcos y Apolos hayan sido nombrados por Dios como ministros. De haber sucedido realmente así, toda la obra que ellos realizaron no fue otra cosa sino fuego extraño que a ellos Dios nunca les habría mandado presentar.

 

  1. Pablo, Timoteo y Silas intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu Santo no se los permitió (Hechos 16.7). Si ellos hubieran persistido en ir a donde querían, la obra que hubieran hecho allá habría sido una ofrenda de fuego extraño, pues no estaba ordenada por Dios.

 

  1. Los hebreos a quienes fue escrita la carta, estaban presentando fuego extraño de muchas maneras. Toda la carta es un cúmulo de reprensiones hacia sus prácticas por las cuales continuaban sometiéndose al viejo testamento, seguían siendo ministros del sacerdocio levítico:

 

  1. Consideraban a Jesús, menor que a los ángeles y que a Moisés, y a Su sacerdocio lo estimaban en menos que al sacerdocio de los levitas (1:5-14, 2, 3:1-6, 4:14-16 al 5:1-10), por lo cual estaban apostatando de Jesús (5:11 al 6).

 

  1. Ya habían empezado a cobrar los diezmos, constituyéndose a sí mismos en sacerdotes levitas del viejo pacto (Hebreos 7:5), por lo cual se les dice que habiendo cambiado la ley, también se cambia el sacerdocio (7:12), y que ese mandamiento ya fue derogado por débil e ineficaz (7:18), viniendo Jesús a ser fiador de un mejor pacto (7:22), con Su sacerdocio inmutable (7:24), no como el levítico.

 

  1. Los judaizantes continuaron sirviendo a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales (Hebreos 8:5); bajo un pacto que es defectuoso (8:7), que siendo viejo, ya había desaparecido (8:13).

 

  1. Al continuar en las prácticas del viejo pacto, los ministros judaizantes nunca pudieron ser perfeccionados, ni ellos ni el pueblo (Hebreos 9:9 y 10:1), nunca pudieron ser hechos verdaderamente nuevas criaturas (2ª. a Corintios 5:17), porque estaban en la ley, no en Jesús (Efesios 2.10).

 

  1. Desagradan al Padre presentándole ofrendas conforme a la ley, pues están menospreciando la ofrenda excelente que hizo en la persona de Jesús (Hebreos 10:8), están pisoteando al Hijo de Dios, teniendo por inmunda Su sangre, y afrentando al Espíritu de Gracia (10:26-29).

 

  1. Tenían por mayores las riquezas de los tesoros de la ley, habiéndose extraviado su mirada de los galardones espirituales que hay solo por gracia (Hebreos 11:26).

 

  1. Estaban poniendo los ojos en la ley, no en Jesús (12:1-2),

 

  1. Muchos de ellos no soportaron la disciplina contenida en la carta (Hebreos 12:7 y 11) y la desecharon (12:25).

 

Ejemplos de cómo se presenta fuego extraño hoy:

  1. Tal como sucedió en el antiguo pacto y en los tiempos de la iglesia primitiva, también sucede en la actualidad con ministros que realizan esta obra de presentar fuego extraño:

 

  1. ministros que son sacerdotes del nuevo pacto, porque Dios mismo sí los escogió para eso; pero ministran algunas ordenanzas según el sacerdocio levítico,

 

  1. Aunque tengan su biblia y estén autorizados por Dios para predicar el evangelio,

 

  1. Pero edifican la iglesia de manera diferente a como Él lo manda en el nuevo pacto,

 

  1. Jehová los va a quemar cuando los eche al lago de fuego (Apocalipsis 20:5),

 

  1. Porque al preferir sus propias ideas por encima de las de Él, no lo están santificando, y

 

  1. Al proceder así, están demostrando que  no tienen ejercitados los sentidos para distinguir entre  lo bueno y lo malo (Levítico 10:10 y Hebreos 5:14).

 

  1. Los que ministran sometiéndose a alguna ordenanza de la ley, se convierten en siervos del tabernáculo levítico y, por lo tanto, no tienen derecho a comer del altar del Cordero (Hebreos 13:10), es decir que no debieran participar de la cena del Señor.

 

  1. Llevar el evangelio a las naciones y hacer discípulos de Jesús no es un mandamiento para todos. Nótese cómo cuando Jesús sintió compasión por el pueblo al mirarlos como ovejas sin pastor, llamó a todos sus discípulos; pero solo escogió a 12 de ellos y después a 70. Es necesario que haya una elección de parte del Padre y del Hijo, y una confirmación por medio del Espíritu Santo (Hechos 13:1-2, 1ª. a Corintios 12:28, efesios 4:11 y 1ª. a Corintios 12:7-11) a través de una palabra profética discernida espiritualmente y verificada como auténtica por los demás que juzgan (1ª. a corintios 14.29).

 

  1. Para la edificación de la verdadera iglesia de Cristo, Dios el Padre y Jesucristo han constituido ministerios de perfeccionamiento competentes del nuevo pacto (1ª. a Corintios 12:28-30 y Efesios 4:11), con las reglas que están vigentes ahora, no con las del viejo pacto. De manera que quienes toman elementos del viejo pacto y los mezclan con elementos del nuevo (Lucas 5.37-38), están ofreciendo fuego extraño, demuestran que son incompetentes, infieles y usurpadores, porque ni Dios ni Jesucristo pudieron haberlos llamado para que haciendo obras de la ley, vivieran bajo la gracia. Son dos cosas incompatibles, como el agua y el aceite.

 

  1. Lo anterior es una situación muy común entre muchos que dicen ser siervos de Dios, sacerdotes del nuevo pacto, nuevas criaturas, para quienes no habría condenación porque creen andar en el Espíritu, y esperan recibir las promesas que, aunque fueron dadas a Abraham, solo las pueden recibir quienes viven en la gracia a través de Jesús (Juan 1:17), que son hijos de Sara la libre, no de Agar la esclava (Gálatas 4:21-24 y 30). Pero sucede  que no son conscientes de su realidad, pues lo que piensan de sí mismos no coincide con la forma en que Dios los mira.

 

  1. En el antiguo pacto, era un privilegio muy estimado servir a quienes estaban en eminencia, ya fuese política o religiosa. Así como David sirvió a Saúl por ser este el ungido de Dios, así como sirvió Samuel al sacerdote Elí, como lo hizo Eliseo con el profeta Elías, etc. Y a través de ese servicio, se conseguía la unción del servido.

 

  1. Pero en el nuevo pacto a través de la Sangre de Jesús, todo cambia, todo es diferente. Jesús no dijo: “el que quiera ser grande entre ustedes, sírvale a Pedro, o a Juan, o a mí”. NO, sino más bien dijo: “será . . . . el servidor de todos”. Si le sirves a las ovejas de la misma manera que le sirves a un ministro, con el mismo entusiasmo, con la misma fe, con la misma esperanza, igualmente serás grande. No hay distinciones (Gálatas 2:6).

 

  1. Por lo tanto, los ministros que quieren, piden o exigen para ellos un trato especial, reverencial, distinguido de parte de las ovejas, están ofreciendo fuego extraño al ejercer señorío sobre la grey, a la cual deberían cuidar y ser ejemplo (1ª. de Pedro 5:3), a la cual deberían cuidar, no gobernar (1ª. a Timoteo 3.5). Esta es otra obra más de los nicolaítas, las cuales aunque Jesucristo aborrece (Apocalipsis 2:6 y 15), algunos “siervos de Dios” de la actualidad se deleitan en practicarlas. Presentan fuego extraño.

 

  1. Cuando pretendemos estar edificando la iglesia de Dios según nuestras propias mejores ideas o tomando algunas del viejo pacto, que no corresponde a las instrucciones claras y precisas que Dios da en el nuevo pacto para sus ministros competentes, estamos levantando un ídolo a la vanidad de nuestros pensamientos y quemándole incienso. Estamos ofreciendo fuego extraño.

 

  1. Si nosotros seguimos actuando según nuestras mejores ideas, o tomando lo que fue la verdad de la ley -que ya no es la verdad presente- (2ª. de Pedro 1:12), locamente hacemos, y estamos acarreando para nosotros mismos un desastre peor que si nos quedáramos quietos, sin hacer nada.

 

  1. Por lo tanto, todo aquello que hagan  los ministros en las iglesias cristianas, pero sin que Dios se los haya mandado específicamente, es fuego extraño. Y como Jehová se santifica y se glorifica dando muerte a quienes ofrecen lo que ÉL no mandó (Levítico 10.1-3), eso mismo les ocurrirá a los ministros que están ofreciendo fuego extraño hoy en las iglesias cristianas. Por ejemplo a quienes desempeñan un ministerio en el que se pusieron a sí mismos o fueron puestos por el hombre (Hebreos 5.5). Otro ejemplo es bastante común, de quienes siguen presentando ofrendas conforme a la ley (Hebreos 10.8).

 

  1. La diferencia es que no serán quemados en este mundo, sino después de que mueran, en el infierno (Hebreos 10.26-30).

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Actualizado a julio de 2014