44.- Líderes y cristianos inconversos

 

LÍDERES Y

CRISTIANOS PARCIALMENTE CONVERTIDOS

(Solo para ministros de la iglesia)

 

 

1 El título de este escrito parece una contradicción; pero no lo es. En toda congregación cristiana debe haber por lo menos un ministro creyente que sea portador del poder de Dios para realizar señales (Marcos 16:17, 1ª. a Corintios 12.28-29), y todo ministro de Dios debiera militar poderosamente en el espíritu para destruir fortalezas, argumentos y altiveces (2ª. Corintios 10:4). Pero la realidad común no es así. ¿Se le ha terminado el poder a Dios? ¿Ya no tiene compasión por las calamidades humanas? ¿O somos nosotros quienes algo hemos estado haciendo mal?

 

2 Este documento tiene por objetivo encontrar a través del nuevo testamento, cuáles sean las causas de esta situación. Para ello,  veremos cómo actúan en las iglesias las personas que, aunque han confesado el nombre de Jesús y dicen creer en Él, siguen teniendo la misma manera de pensar que antes porque no han sido transformados por medio de la renovación del entendimiento (Romanos 12:2a).

 

3 Y esto persiste en ser así, aunque ya sabemos que “lo insensato de Dios es más sabio que los hombres” (1ª. Corintios 1:25), y que “deje el impío sus caminos, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová”. Sintetizando, muchos cristianos creen haberse vuelto a Dios solamente porque repitieron una oración; pero nos hemos resistido a renunciar a nosotros mismos  (Mateo 16:24), porque en realidad no hemos querido dejar de ser como somos y tampoco nos reconocemos como inicuos.

 

4 Lo anterior explica rotundamente  porqué la mayoría de las iglesias está en una condición de niñez espiritual, lo cual a su vez nos dice la razón de porqué Dios no le ha dado Su herencia (Gálatas 4:1-3) a millones y millones de personas que alrededor del mundo dicen ser sus hijos; pero que siguen en esclavitud bajo los rudimentos de la ley, porque no han sido redimidos de ella (Gálatas 4.5).

 

5 Por lo tanto,  esto es una cadena interminable de causas y razones, pues a la vez, después de 2 mil años que nació la iglesia fundada por Cristo, la creación misma sigue gimiendo porque los hijos de Dios no se han manifestado como tales (Romanos 8:19).

 

6 Cuando un enfermo acude con el médico, éste debe darle un diagnóstico: Cuál es su enfermedad, cuáles son las causas, cuáles son los síntomas, y lo más importante: cuál es la medicina que lo va a curar. Esto es lo que pretendo hacer con este escrito, porque ciertamente muchas iglesias están enfermas.

 

7 Marcos Vidal, cantante español, dice en una de sus canciones:

 

“Ojalá el maestro pueda decir como dijera hace años:

“No lloréis, solo duerme, no está muerta”,

¿Qué te pasa iglesia amada, que no reaccionas,

solo a veces te emocionas, y no acabas de cambiar?

Jesús se levantó de la muerte,

¿Acaso no habrá a ti quién te despierte?”

 

8 Así que, haciendo un recorrido más o menos exhaustivo a través del nuevo testamento, y partiendo del nacimiento de la iglesia, a continuación voy a explicar cómo actuaban los creyentes religiosos de aquellos tiempos, por qué no cambiaron su manera de pensar ni dejaron sus pensamientos inicuos, lo cual es idéntico a la actualidad, pues los seres humanos somos de la misma condición en todas las generaciones, en todas las culturas.

 

9 Muchas cosas de las que usted va a leer enseguida, no serán del agrado para usted. Lo entiendo, y no obstante lo anterior, quizá pueda usted perseverar en esta lectura hasta el final. Lo importante para mí es que ya no escribo  para agradar a los hombres (Gálatas 1:10).

 

(Primero lea usted la cita bíblica, y después el comentario)

 

Hechos 15:1 y 5

 

10 Aquí tenemos el caso más típico de los que vamos a revisar durante este escrito: Vemos en el versículo 1 que algunos judíos iban a las iglesias gentiles y les decían a los nuevos creyentes que “si no se circuncidan conforme al rito de Moisés, no podrán ser salvos”.

 

11 En primer lugar, quiero enfocar la atención en que los religiosos siempre y fácilmente tuercen la palabra; en este caso con 2 mentiras: Una al decir que la circuncisión es conforme al rito de Moisés, pues la circuncisión fue dada a Abraham, y él la pasó a sus hijos (Juan 7:22). La otra mentira  fue enseñar que la salvación depende de la circuncisión, siendo que la circuncisión fue dada a Abraham no para que fuera salvo, puesto que Abraham fue justificado por la fe y no por el acto de circuncidarse, sino para que hubiera una señal en su cuerpo acerca del pacto que Dios había hecho con Él (Génesis 17:11).

 

12 Luego en el versículo 5 vemos a unos fariseos que habían creído en Jesús, diciendo abiertamente delante de los apóstoles y ancianos de la iglesia: “Es necesario circuncidar a los gentiles y mandarles que guarden la ley de Moisés”.

 

13 Sabemos que en esa ocasión logró imponerse la autoridad real ejercida por auténticos apóstoles; pero ¿qué sucedió un poco después con los gálatas? ¿Qué sucede hoy con los religiosos? (y la verdad es que todos hemos sido religiosos en mayor o menor grado) Decimos que hemos creído en Jesús; pero si después de muchos años de asistir a la iglesia no hemos sido transformados en nuestra manera de pensar, no hemos dejado nuestros pensamientos inicuos,  entonces seguimos siendo religiosos  y no espirituales.

 

14 En las iglesias donde no hay una autoridad espiritual real, lo que ha sucedido en estos 2 mil años es que los religiosos han ido ganando terreno, han insertado en las tradiciones “normales” algunas de las prácticas del antiguo pacto y otras se han importado de las culturas de los pueblos, trayendo del mundo a la iglesia algunas costumbres para modernizarla y adaptarla a los gustos y preferencias de los “creyentes”. De esta manera, se ha ido desvaneciendo la cruz de Cristo.

 

15 Es tanto lo que han avanzado en esta labor corruptora, que hoy los religiosos llegan a afirmar, entre otras cosas, las siguientes falsas doctrinas:

 

  1. “Si no pagas el diezmo, Dios no te puede bendecir”. Sabemos que en la ley del antiguo pacto se le ordenó al pueblo que le pagara el diezmo a los descendientes de Leví; pero ¿Cómo lograr que los líderes y las ovejas entiendan que si estamos en un nuevo pacto, el antiguo ha desaparecido (Hebreos 8:13), y que en el nuevo pacto, la bendición de Dios es por gracia y por fe, mas no por obras? (Romanos 4.4).

 

  1. “Este es el momento de mayor adoración a Dios, cuando vienes a entregarle a Él tus diezmos”. Esto es equivalente a decir que “si no te circuncidas, no podrás ser salvo”, pues el diezmo no fue planteado por Dios como un instrumento de adoración, sino como un recurso económico de sostenimiento para los levitas, ya que ellos no recibieron tierra por herencia de la cual sustentarse. Además, la verdadera adoración que Dios busca es en espíritu y en verdad, no es en especie. Tenemos el conocimiento de que así es, pero se nos conduce por otros rumbos y no nos damos cuenta de ello. No era Dios quien ocupaba los diezmos en el antiguo pacto, eran los levitas. No es Dios quien ocupa nuestros diezmos en la actualidad, son los líderes ávidos de ganancias deshonestas.

 

Hechos 15:21

 

16 Todavía hoy en la actualidad, Moisés sigue teniendo en cada ciudad quien lo predique todos los miércoles y los domingos en las iglesias cristianas. De esta manera se ha menospreciado tanto a Jesús como al Padre, ignorando lo que sucedió en el monte de la transfiguración: “Escúchenlo a Él”, lo cual equivale a decir: “Ya no escuchen a Moisés”.

 

16b No obstante lo anterior, he observado que a los cristianos les duele más violar un mandamiento de la ley dada a Moisés, que desobedecer uno de los pequeños mandamientos de Jesús. Y se supone que vivimos bajo el nuevo pacto de Jesús, no bajo la ley.

 

Hechos 17:22

 

17 Al igual que Pablo observó por aquellos tiempos en Atenas, hoy yo veo que en las iglesias los creyentes son muy religiosos. En realidad no es difícil detectarlo,  usted mismo puede ir descubriendo cuáles son las prácticas religiosas que existen en su iglesia, no hace falta que yo haga una lista de ellas.

 

Hechos 17:30

 

18 Hoy en el siglo XXI, Dios puede pasar nuevamente por alto los tiempos de esta ignorancia, mandando ahora otra vez a todos los hombres que ya han escuchado y que supuestamente viven en el evangelio, que se arrepientan. En su sentido original, arrepentirse significa cambiar la manera de pensar, no es sentir remordimiento, culpabilidad, etc.

 

Hechos 18:13

 

19 También ustedes pueden decir de mí con toda certeza que estoy tratando de persuadirlos a honrar a Dios contra la ley, porque la ley se opone al nuevo pacto de gracia.

 

Hechos 19:20

 

20 Algunos hermanos me han dicho que los diezmos son indispensables para que se continúe realizando la obra del evangelio y que pueda así crecer hasta llegar a que sea predicado a toda criatura. Este es un engaño del enemigo. En este versículo de la Biblia vemos que la palabra del Señor crecía y prevalecía por las manifestaciones poderosas que realizaban los primeros apóstoles,  diáconos, y simples discípulos, como Ananías.

 

21 En otras palabras, lo que ellos dicen es que la iglesia puede seguir viviendo sin el poder de Dios; pero no puede vivir sin el diezmo. ¡Qué becerro de oro tan grande nos hemos forjado!

 

Hechos 19:27

 

22 Grandes multitudes de creyentes en toda la redondez de la tierra tienen en alta estima al dios “diezmo”, y con estos escritos existe el peligro de que en algunas iglesias se desacredite este negocio. Por supuesto, es natural que algunos me contesten llamando “basura” a lo que escribo.

 

Hechos 20:29-30

 

23 Si en aquellos tiempos cuando los apóstoles ejercían su autoridad en la iglesia, había creyentes parcialmente convertidos (religiosos) que trataron de imponer los yugos de la ley a los gentiles, cuánto más fácilmente no podrá hacerse hoy por miles y miles de ministros fraudulentos que se visten de espiritualidad para arrastrar tras de sí a los discípulos, hablando cosas que parecen sanas y correctas; pero que en el fondo son contenedores de perversidad.

 

Hechos 20:33-35

 

24 Está claro que muchos líderes en las iglesias no consideran más bienaventurado dar que recibir, y esperan que aumente la membresía de la iglesia solo porque ello representa un aumento en el ingreso de dinero para ellos.

 

Hechos 21:20-24

 

25 En la actualidad, hay muchos líderes religiosos que han creído, y todos son celosos por la ley, aunque afirman vivir bajo la gracia. Son los mismos judaizantes de aquellos tiempos, que no han tenido la experiencia de ser transformados por medio de la renovación de su entendimiento, por lo cual siguen viviendo en sus inicuos pensamientos según los criterios del mundo, y por eso, al ser religiosos y no espirituales, prefieren la ley.

 

Hechos 21:29

 

26 Los religiosos se dejan guiar por las apariencias, y en base a juicios “a priori” afirman muchas veces lo que no es.

 

Hechos 25:8

 

27 Vivir bajo el nuevo pacto de la gracia, aunque ciertamente nos desliga de la ley, no la viola por cuanto en el mismo antiguo testamento está prometido Jesús, quien es la gracia de Dios. Pero los religiosos de hoy consideran que es pecado deshacerse de los mandamientos de la ley.

 

Romanos 1:21

 

28 El bien fundado sentimiento de predilección que tiene Dios por los nuevos creyentes, los lleva fácilmente a caer en envanecimiento por el nuevo conocimiento que están adquiriendo en la iglesia, de tal manera que ese demonio de vanidad es el que comúnmente los mueve cuando le predican a los católicos a quienes menosprecian por ignorantes.

 

Romanos 3:19-20 y 28

 

29 Me sorprende darme cuenta de esta cosa tan elemental: Lo que dice la ley es para los que están bajo la ley, y sin embargo, quienes afirmamos estar bajo la gracia, sigamos practicando ordenanzas de la ley, aún sabiendo que por practicar esas obras, cualesquiera que sean, es imposible que seamos justificados.

 

Romanos 4:4-5

 

30 Por supuesto que quienes practican obras de la ley siguen siendo bendecidos por Dios (Mateo 5:45), pero hay algo que hemos estado ignorando: Dios otorga esa bendición al que está bajo la ley, considerándola no un regalo de gracia, sino como que Dios se encuentra obligado a bendecirlo en razón de una deuda. Sin embargo, si yo no hago ninguna obra de la ley, sino que creo que Dios me puede justificar por fe,  y Jesucristo me redime de la ley (Gálatas 4.5), el Padre me adopta como hijo, y, entonces me cuenta esta fe como justicia y  me bendecirá mayormente pero haciéndolo como gracia al hijo, no como deuda al esclavo.

 

Romanos 4:11-12

 

31 En Abraham, primero fue la fe y después la circuncisión. En nosotros los que éramos gentiles, también primero es la fe, para que no sea necesaria la circuncisión ni ninguna otra obra de la ley.

 

Romanos 6:14 y 1ª. Corintios 15:56

 

32 De manera que cuando obedecemos un mandato de la ley, nos salimos de la gracia, entramos bajo el poder del pecado, el pecado se enseñorea de nosotros y nos lleva a muerte espiritual. ¡Tremendo!

 

Romanos 7:8-11

 

33 Esto es confirmación de lo anterior: Al obedecer la ley, el mandamiento nos engaña y nos mata, lo cual no sucedería si nos bastáramos con fe para creer que somos justificados; pero si no obstante sabiendo estas cosas, optamos por hacer algunas obras de la ley, es que inconcientemente no estamos seguros de que nuestra fe tenga suficiente valor delante de Dios para justificarnos.

 

Romanos 8:1-2

 

34 Durante toda su vida, Saulo de Tarso estuvo viviendo sujeto a la ley, y lo hizo obedeciéndola tan a carta cabal que pudo decir de sí mismo que era irreprensible en ese asunto. Saulo sí conoció lo que es estar completamente bajo el peso de la ley del pecado y de la muerte, y cuando posteriormente el apóstol Pablo fue librado de esa ley por Cristo Jesús, recibió el alivio espiritual de ya no llevar sobre sí la condenación de la carne, porque pudo experimentar lo que es andar en el Espíritu al estar verdaderamente en Jesús.

 

36 Una cosa que he notado que sucede en las iglesias es que lo que dice la Biblia se da por sucedido de manera automática, y que además, las palabras que uno diga así como  la intención son lo que vale; pero no es así, sino los hechos. Aarón pregonó: “Mañana será fiesta a Jehová”; pero Dios no tomó en cuenta ni las palabras ni la intención, sino los hechos. Jesús dijo: “No todo el que dice “Señor, Señor . . . . . .  sino el que hace la voluntad  . . . . . “. Queda comprobado que no es la intención ni las palabras.

 

37 Todas las iglesias cristianas les enseñan a sus ovejas que “están en Cristo Jesús, y por lo tanto, no hay ninguna condenación para ellos”; pero no son las palabras lo que vale ni las intenciones, sino el hecho de que pronto los líderes los someten a algún mandato de la ley, y ambas cosas no son posibles a la vez: O estás bajo la ley, o estás bajo Cristo Jesús (Gálatas 5.4).

 

38 Por lo tanto, qué triste y lamentable la situación de las ovejas: Primero se les lleva a la cruz del calvario para recibir perdón de sus pecados por la gracia de Dios a través de Jesús, pero muy pronto se les pone el yugo de obedecer algunos puntos de la ley. Y estas sujeciones a la carne las disfrazan como obediencia a Dios,  otros  ministros inclusive llegan a disfrazarlas como la más excelente adoración a Dios.

 

Romanos 9:32

 

39 En realidad Jesús con su evangelio de la gracia por medio de la cruz, está resultando en piedra de tropiezo para quienes no consideran que la fe sea suficiente recurso para alcanzar la justificación. De allí surge en los religiosos la necesidad de hacer obras de la ley.

 

Romanos 10:4

 

40 Con Cristo en la cruz se termina la ley, a fin de que ninguna obra de la ley sea necesaria para alcanzar justificación.

 

Romanos 11:5-7

 

41 Aquí podemos saber si nosotros somos o no somos parte del remanente, pues este es escogido por gracia y no porque cumpla algunas obras de la ley. Son gente que nunca ha tenido ídolos, ni en imágenes, ni en personas vivas.

 

Romanos 11:22

 

42 La bondad de Dios se manifiesta al concedernos la gracia por medio de Cristo Jesús. El que no permanece adherido a esa gracia será cortado por la severidad del mismo Dios.

 

Romanos 12:2

 

43 La transformación por medio de la renovación de nuestro entendimiento, es un requisito indispensable para que podamos abandonar nuestros inicuos pensamientos que nos han llevado a optar por algunos mandamientos de la ley, buscando con ello –inútilmente- agradar a Dios.

 

1ª. Corintios 1:17-18 y 2:4-5

 

44 Existen varias maneras por medio de las cuales se puede hacer vana la cruz de Cristo, una de ellas es la sabiduría de palabras. Muchos ministros en las iglesias utilizan este recurso, y obtienen magníficos resultados en cuanto a la admiración de sus ovejas, al crecimiento numérico, a la abundancia de recursos financieros. El fundamento de tales personas es ese don de la elocuencia, y por lo tanto, la palabra de la cruz es locura para ellos, pues se pierden al no contar con el fundamento sólido del poder de Dios.

 

45 Siendo la predicación de muchos ministros con palabras persuasivas de humana sabiduría acerca de la Palabra de Dios, pero no con demostraciones del Espíritu y de poder, entonces resulta que la fe de muchas ovejas está fundada en esa sabiduría de los hombres, y no en el poder de Dios. Véase en esto claramente cuál ha sido la opción preferida de los líderes.

 

1ª. Corintios 2:14

 

46 Los hombres naturales que funcionan como líderes en las iglesias, no perciben las cosas que son del Espíritu de Dios, como es el caso del poder espiritual. Indudablemente que ellos no pueden entender cómo es que debieran ser portadores del poder de Dios, pues no tienen discernimiento espiritual para ello.

 

1ª. Corintios 3:1-3

 

47 No se requiere ser muy observador para darse cuenta que entre los líderes hay celos, contiendas y disensiones.

 

1ª. Corintios 3:11-15

 

48 Al practicar algunas cosas de la ley, se está poniendo a la ley como fundamento, quitándole ese lugar a Jesucristo, de manera que todo cuanto se sobreedifique sobre la ley, son obras que se quemarán al ser pasadas por fuego. Tales obreros no recibirán recompensa alguna, y su misma salvación está en peligro.

 

1ª. Corintios 4:19-20

 

49 A los que andan envanecidos en la elocuencia y sus demás dones naturales, cuando el Señor venga a verlos los encontrará vacíos de poder, vacíos del reino. Este tipo de obreros, incansables y abundantes en muchas  obras humanas, no podrán participar de la obra de reinar con Cristo en la tierra (Apocalipsis 5:10).

 

1ª. Corintios 5:5

 

50 A algunos líderes les resultaría más de provecho ser entregados a Satanás que continuar desarrollando su ministerio de la misma manera que hasta hoy.

 

1ª. Corintios 6:6-10

 

51 Esto es una cosa muy común entre los hermanos: Agravia uno al otro, y el otro no soporta haber sido agraviado, de manera que busca la forma de cobrarse, ignorando que ambas acciones son injustas, y por lo tanto ambos hermanos se ponen en la situación de no poder heredar el reino de Dios. Esto sucede porque ni sus mismos líderes han sido transformados en su manera de pensar. Volvemos a lo mismo.

 

1ª. Corintios 9:12b-14 y 18

 

52 Ciertamente el obrero tiene derecho a participar de los bienes materiales de aquel a quien enseña; pero ejercer este derecho en forma coercitiva, argumentando citas bíblicas de la ley, equivale a poner obstáculos al evangelio de Cristo, el cual manda que de manera espontánea la oveja comparta con su pastor lo que tenga, sin determinación de tasas ni imposiciones. El obrero es digno de su salario; pero no le corresponde a él determinarlo.

 

53 ¿Y porqué muchos ministros que viven del evangelio no deciden presentarlo gratuitamente? Porque no confían que Dios les vaya a dar galardón, ni en esta vida ni en la otra. Es más cómodo y seguro determinar que el diezmo es para el pastor, aunque con ello se caiga bajo el yugo de la ley.

 

1ª. Corintios 10:6-11

 

54 El pueblo de Israel siguió a Moisés a través del desierto, viendo las señales y las maravillas que hacía Dios por medio de él; pero en realidad no se convirtieron de corazón al Señor. Esta actitud de no convertirse fue lo que les llevó a codiciar, a ser idólatras, a fornicar, a tentar al Señor y a murmurar.

 

55 En todo tiempo y en todo lugar sigue sucediendo lo mismo con quienes se mueven como si fueran parte del pueblo de Dios; pero que no se han convertido al Señor.

 

56 El pueblo de Israel dijo a Aarón: “. . . a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido, por lo tanto, levántate y haznos dioses que vayan delante de nosotros”. Y este Aarón, el líder sin carácter como los hay muchos hoy en día, hizo lo que el pueblo le dijo. Y Aarón pregonó: “mañana será fiesta para Jehová”. Y en efecto, al día siguiente madrugaron y efectuaron varias ceremonias que en lo externo parecían celebración a Jehová; pero nosotros sabemos -por la palabra- que estaban en fornicación espiritual por haber hecho el becerro de oro y el altar.

 

57 Jesús de Nazareth, quien sacó de esclavitud a los discípulos y muchas otras personas más, prometió volver pronto. Han pasado 2 mil años y no vuelve. Entonces los líderes de las iglesias, habiendo perdido el poder de Dios que era el imán que atraía a las multitudes, han decidido presentar espectáculos de entretenimiento religioso a las iglesias, han fabricado sus propios becerros de oro.

 

58 Por eso sucede en la actualidad que los conciertos musicales, las cruzadas de milagros, etc., los cuales en la intención de los líderes y del pueblo son actos para alabar a Dios; en realidad son cultos a dioses como por ejemplo la personalidad del que dirige. En ellos, además, se exaltan las emociones del pueblo; pero sabemos que el culto verdadero a Dios es en espíritu y en verdad, y que es un culto racional, no emocional.

 

59 De la misma manera que en cuanto a la idolatría, las iglesias cristianas caen ahora fácilmente en codicia, fornicación, murmuración y tientan al Señor; pero sin darse cuenta de ello, por no haber transformación de nuestra manera inicua de pensar. Sin transformación, nuestros mejores pensamientos, nuestras mejores intenciones, siguen siendo inicuas, pecaminosas.

 

1ª. Corintios 14:26

 

60 La falta de conversión en los líderes les ha llevado a acaparar en sí mismos todas las luces del espectáculo, despreciando que otros pudieran tener algo qué compartir.

 

1ª. Corintios 15:50

 

61 Una mente que no ha sido transformada por la renovación del entendimiento, sigue siendo carne y sangre, por lo cual, aunque se vista de luces espirituales, no puede heredar el reino de Dios. Sigue siendo corrupta. Caray: ¿Acaso es que no aspiramos al reino? ¿Nos estamos conformando con pagos humanos en lisonjas, en reconocimientos, en admiración, en aplausos, en dinero, en diplomas, en premios grammy?

 

1a. Corintios 15:55-56

 

62 La victoria que el sepulcro y  la muerte siguen teniendo sobre muchos cristianos está en que el pecado tiene poder para enseñorearse de quienes practican algo de la ley.

 

1ª. Corintios 16:1-2 (2ª. Corintios 8:4 y 9:1)

 

63 Quiero resaltar aquí el lenguaje honesto de Pablo. El apóstol está diciendo claramente que la ofrenda es para los santos de Jerusalén, lejos de manipular las emociones como podría haberlo hecho, diciendo que es una ofrenda para Dios, como sí lo hacen hoy los líderes en cuanto a ofrendas y diezmos que en realidad son para ellos en muchos casos.

 

2ª. Corintios 2:17

 

64 Si en tiempos del apóstol Pablo había muchos que medraban falsificando la palabra de Dios, con cuánta facilidad no los habrá hoy, por eso es necesario probar a los que se dicen ser ministros (Apocalipsis 2:2).

 

2ª. Corintios 3:6

 

65 Hay ministros que son incompetentes para desenvolverse en el nuevo pacto del espíritu sin mezclar prácticas del antiguo pacto de la letra, esos son de los que medran falsificando la palabra, mezclando vino nuevo con vino viejo, sirviéndolo en odres viejos de la ley.

 

2ª. Corintios 3:7-11

 

66 Si el pacto de la ley fue con gloria, los ministros que se someten a algunos puntos de la ley debieran manifestar una gloria similar a través de señales, milagros y prodigios como los que hizo Moisés. Si el ministerio de la justificación abunda mucho más en gloria que aquel, quienes son ministros competentes del nuevo pacto debieran manifestar a través de ellos unas señales, milagros y prodigios al igual que Pablo, Pedro, Juan, Esteban, etc.

 

2ª. Corintios 3:14-16

 

67 A los religiosos de hoy que tienen el entendimiento embotado, Cristo podría quitarles el velo que está puesto sobre el corazón de ellos, si se convirtieran al Señor.

 

2ª. Corintios 3:18

 

68 Algo ha sucedido. Algo ha provocado que el proceso de transformación de gloria en gloria por el que todos nosotros debiéramos estar pasando, se detenga.

 

69 Al llegar a este punto del escrito, yo mismo me he sentido abrumado por la situación de muchas iglesias, estoy tentado a desmayar, a abandonar esta empresa; pero no debo abrumarme, porque si bien los síntomas son múltiples, la enfermedad y la medicina son una sola. Además, vea usted la gran misericordia de Dios al leer el siguiente versículo de la Biblia.

 

2ª. Corintios 4:1-6

 

70 De manera que, aun entre quienes “viven en el evangelio”, éste puede estar encubierto para los que se pierden, puesto que como evidencia no resplandece en ellos la luz que le es propia. Habiendo el dios de este siglo cegado el entendimiento de los líderes, resulta entonces manifiesta la ausencia de repartimiento de la gloria de Dios en la vida cotidiana de las iglesias.

 

2ª. Corintios 4:17

 

71 ¿Acaso nos ha faltado pasar por tribulaciones, que produzcan en nosotros aunque sea solo un poco peso de gloria? Pablo padecía persecuciones, azotes, cárceles, humillaciones, menosprecios, etc. Los grandes líderes de hoy son admirados, aplaudidos, mimados, consentidos, etc.

 

2ª. Corintios 5:12c

 

72 ¿Quiénes son los que se glorían en las apariencias? ¿Qué hacen? ¿Cómo podríamos reconocerlos? Y después de que los hayamos descubierto, ¿cómo podríamos responderles si no contamos con manifestaciones de la gloria de Dios a través de nosotros? ¡Cómo hace falta que haya ministros competentes de los cuales podamos gloriarnos!

 

2ª. Corintios 5:17

 

73 Prueba indudable de que realmente somos nuevas criaturas sería que desaparecieran de nosotros las cosas viejas de la destitución de la gloria de Dios, siendo sustituidas por la producción en nosotros de un cada vez más excelente y eterno peso de gloria, aquí en esta vida, como lo dice el apóstol Pablo y vemos que realmente sucedió con él.

 

2ª. Corintios 6:1

 

74 De manera que  sí es posible que alguien reciba en vano la gracia de Dios, no está garantizado que todo mundo la recibirá sustanciosa y provechosamente. Ya hemos visto varias citas bíblicas acerca de cómo puede ser vana tanto la gracia como la cruz.

 

2ª. Corintios 6:13-18

 

75 Los incrédulos están unidos a la ley, porque esa es nuestra naturaleza humana, aun cuando no se conozca el texto de la ley. Los creyentes, se supone que estamos unidos en yugo a Jesucristo, y ¿qué comunión pueden tener la luz con las tinieblas para que nos volvamos a unir a la ley como cuando éramos incrédulos?

 

2ª. Corintios 8:21

 

76   La falta de honradez en muchos ministros, por falta de conversión a Jehová, les lleva a hacer las cosas de manera que solamente ellos saben cómo lo hacen, no dando oportunidad a las ovejas de que se enteren bien a bien, pues “deben confiar en él”.

 

2ª. Corintios 10:4-5

 

77 Toda persona que se presente como ministro de Dios, siervo de Dios, embajador de Dios, etc., debiera militar en el espíritu de acuerdo con estas características. Quienes no lo hacen así, son obreros fraudulentos que medran falsificando la palabra.

 

2ª. Corintios 11:18-20

 

78 En el versículo 20 se detallan los hechos que en la actualidad realizan dentro de la iglesia quienes se glorían en la carne, y al igual que en aquel tiempo, siguen siendo tolerados por los cuerdos creyentes.

 

2ª. Corintios 12:9b

 

79 La mayoría de los líderes de las iglesias se glorían más bien en sus virtudes, en sus cualidades, en sus dones; razón por la cual no reposa sobre ellos el poder de Cristo.

 

Gálatas 2:4-5

 

80 Los falsos líderes de iglesia -que en la actualidad ya no necesitan introducirse a escondidas- han entrado para reducirnos a esclavitud otra vez llevándonos a la práctica de ordenamientos y costumbres de la ley del viejo pacto. Lamentablemente, las ovejas –ignorantes de esta situación- sí han accedido a someterse por miedo, ya sea a los líderes o a Dios, porque   “los castigaría” o “no los bendeciría” si no hacen como se les indica.

 

Gálatas 2:16-21

 

81 Si todavía busco ser justificado por las obras de la ley, estoy demostrando en realidad no creer en Jesucristo, estoy también desechando la gracia de Dios y resulta por demás que Cristo haya muerto por mí. Al recibir a Jesús como mi salvador, estoy destruyendo la ley. Si después de destruir la ley vuelvo a someterme a un solo punto de ella, soy transgresor.

 

Gálatas 3:1-5

 

82 En aquel tiempo era importante para Pablo que los gálatas descubrieran a quienes los habían fascinado para inclinarse a obedecer mentiras. Hoy, siendo tan común la fascinación entre los creyentes, importante será tanto descubrir quiénes son los fascinadores como también cuáles son las mentiras con las que se efectúa esta fascinación en las iglesias.

 

83 Pero el apóstol Pablo en estos versículos no aporta datos específicos y detallados acerca de estas cosas, sin embargo, dice lo esencial: Las obras de la ley nos llevan a la carne, y por lo tanto, eso impide que sea suministrado a nosotros el Espíritu, lo cual provoca que no se manifiesten maravillas entre nosotros. Esto es claro y suficiente para que usted por su cuenta pueda llegar a  los dos objetivos planteados en el párrafo anterior, no siendo necesario que yo presente una lista de tales obras de la ley, pues están fácilmente detectables en los libros del antiguo testamento que tratan estos puntos.

 

84 A cada uno de nosotros en algún momento se nos presentó claramente a Cristo como crucificado, ¿Será posible que ahora los cristianos seamos tan necios e insensatos como para volver a acabar por la carne al sujetarnos a las obras de la ley? Esa es nuestra verdadera situación, por lo tanto, lo que hemos padecido realmente ha sido en vano.

 

Gálatas 3:13-14

 

85 De palabra hemos aceptado que Cristo al morir en la cruz nos redimió de la maldición de la ley; pero con nuestros hechos le hemos estado diciendo a Jesús: “Tú dices que tu yugo es suave y tu carga ligera; pero nosotros hemos encontrado que algunas cosas de la ley son más cómodas  e inclusive más provechosas para que conduzcamos con ellas a la iglesia de una manera más efectiva que la tuya. Además, en tus “pequeños” mandamientos hay algunos que de verdad son muy difíciles de cumplir, así que mejor los ignoramos. Tú nos entiendes, nos conoces y nos perdonas todo”. Por lo tanto, lo que hemos estado haciendo es realizar una mezcla de ambos pactos porque según nuestros propios inicuos pensamientos así vamos a tener mejores resultados.

 

86 Si la realidad es que no nos hemos dejado redimir de la maldición de la ley, entonces tampoco hemos podido alcanzar la promesa del Espíritu.

 

Gálatas 4:1-5

 

87 Como continuamos siendo niños en lo espiritual, estamos todavía en esclavitud bajo los rudimentos del mundo, y por lo tanto el Padre no puede todavía entregarnos en herencia el poder del reino de los cielos. Siendo niños, no sabríamos cómo usarlo provechosamente. Pero el tiempo de Dios ya se cumplió, ya vino Jesús, ya debiéramos estar redimidos del peso de la ley, y ya debiéramos también haber recibido la adopción de hijos. ¿Qué es lo que pasa entonces?

 

Gálatas 4:9-11

 

88 Al mandarnos que guardemos algunas cosas de la ley, nos hemos vuelto a esclavizar por los débiles y pobres rudimentos, resultando que el trabajo realizado por los líderes ministros de las iglesias ha sido en vano.

 

Gálatas 4:17-20

 

89 Quienes apartan a las ovejas del nuevo pacto de gracia para conducirlas por los rediles de las obras de la ley, sienten celos por ellas; pero en la carne. En aquel tiempo, tal situación causó una gran perplejidad en el apóstol Pablo, ¿Qué sentiría hoy si pudiese ver la condición actual de muchas iglesias? ¿Qué tono utilizaría para reprendernos?

 

Gálatas 4:29

 

90 Todavía hoy en la actualidad, quienes no han sido transformados de carnales en espirituales, siguen persiguiendo a las ovejas para que no nazcan al espíritu.

 

Gálatas 5:1-4

 

91 En estos párrafos, el apóstol Pablo se refiere específicamente a la circuncisión porque esa era la práctica que estaban tratando de introducir en las iglesias los judaizantes; pero lo mismo diría de cualquiera de las actuales ordenanzas de la ley que se practican en las iglesias: Cualquiera de ellas nos obliga a guardar toda la ley, nos desliga de Cristo, nos hace caer de la gracia. ¡Qué situación tan delicada!

 

Gálatas 5:11b-12

 

92 La cruz es el precio de la gracia, por eso es que tropiezan con ella quienes conducen a las ovejas hacia las prácticas de la ley.

 

Gálatas 5:16-21

 

93 Los deseos de la carne por dar cumplimiento a ordenanzas de la ley son contrarios al Espíritu, por eso es que teniendo tal oposición en nosotros, no podemos hacer lo que queremos. Si nosotros seguimos sometiéndonos a la ley, el pecado se enseñorea de nosotros y hace que se manifiesten en nosotros las obras de la carne, todavía.

 

Gálatas 6:11-13

 

94 Quienes quieren agradar en la carne, obligan a las iglesias a judaizar porque en los hechos prefieren guardar   la ley que morir en la cruz de Cristo.

 

Efesios 1:3

 

95 Las bendiciones que Dios tiene para los que él escogió ya están reservadas en los lugares celestiales (confrontar 1ª. Pedro 1:4). Recibirlas no depende de que cumplamos algunas obras de la ley, sino que es por el contrario, practicar obras de la ley nos impide recibir las bendiciones que tienen su fuente en la gracia.

 

Efesios 1:17-19 y 2:7-9

 

96 Existe una supereminente grandeza del poder de Dios la cual debe operar con el poder de Su fuerza en aquellos que creen. Si no hemos recibido la herencia gloriosa de los santos en esta vida, es porque en realidad no han sido alumbrados los ojos de nuestro entendimiento.

 

97 Veinte siglos han pasado, y durante este tiempo debieran haberse estado mostrando las abundantes riquezas de Su bondad, si permaneciésemos en la gracia y no nos jactáramos de las obras de la ley.

 

Efesios 2:15-16

 

98 Quiso Dios abolir las enemistades que había entre el pueblo judío y los demás pueblos, mediante la derogación de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear de los dos pueblos uno solo, sustituyendo aquellos mandamientos por la locura de la cruz. Pero hemos querido nosotros volver a poner en vigor aquellas prácticas de la ley, por lo cual persiste la enemistad entre los religiosos y los espirituales. El hecho de que Israel no esté en paz con otros pueblos, es culpa de  nosotros los cristianos, que anulamos la obra pacificadora de Jesús en la cruz.

 

Efesios 3:16-20 y 6:10

 

99 Cuando éramos incrédulos, ante los diversos problemas de la vida nos hacíamos fuertes en nuestras cualidades, en nuestros defectos, o inclusive en nuestros propios demonios. Una famosa canción mexicana dice: “Tú ya conoces mi vida, que a veces me ando cayendo, y el orgullo me levanta”. En efecto, los demonios tienen poder para sacarnos adelante de muchas situaciones difíciles.

 

100 De acuerdo con nuestra muy particular forma de ser de cada quien, en nuestras estructuras mentales existen fortalezas, argumentos y altiveces que se oponen al conocimiento práctico de Cristo. ¿Qué es lo que sucede comúnmente en la vida de muchos cristianos cuando alguien hace algo que no resulta de mi agrado? Enojos, iras, pleitos, disensiones, enemistades, etc., lo cual no es fortalecerse en el Señor. Lo mismo que antes porque no ha habido conversión a Jehová. Y entonces resultan manifiestas las obras de la carne en vez del fruto del Espíritu.

 

Efesios 4:11-14

 

101 Si en una iglesia no se realiza la obra de perfeccionar a los santos, por más actividades que se lleven a cabo en realidad no se estará edificando el cuerpo de Cristo. Por otra parte, ningún ministro solitario puede por sí solo desempeñar satisfactoriamente esta misión de perfeccionamiento, se requiere el trabajo del equipo ministerial, por eso es que no hemos podido llegar a la unidad de la fe  ni tenemos el conocimiento eficaz del Hijo de Dios. Llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo pareciera algo inalcanzable en las iglesias de hoy.

 

102 Muchos ministros dedican un grandísimo porcentaje de su tiempo y sus esfuerzos hacia el crecimiento numérico de las congregaciones; pero Jesús no constituyó los 5 ministerios para eso, sino para que los ministros perfeccionen a los santos y luego los santos, una vez perfeccionados, realicen la obra del ministerio.

 

103 A los ministros les conviene cambiar su enfoque, porque el reino de los cielos que debe ser predicado a toda criatura antes de que llegue el fin, no puede estar siendo predicado por líderes inmaduros que no han heredado el reino.

 

Efesios 4:17-32

 

104 Si en verdad hemos oído a Jesús predicar en las iglesias, si en verdad hemos sido enseñados por él y no según doctrinas de hombres, debiera ser un  conocimiento y una práctica común la forma en que se puede uno despojar del hombre viejo y vestirse del nuevo.

 

Efesios 5:6

 

105 Cuando somos engañados por palabras vanas, necesariamente el resultado será que vendremos a ser hijos de desobediencia.

 

Filipenses 1:11

 

106 Al reunirse la iglesia, los religiosos dan gloria y alabanza a Dios con gritos de júbilo: “Aleluya”, “Gloria  a Dios”. En cambio los espirituales se presentan llenos de frutos de justicia. Y no se trata de andar a la cacería de situaciones en las cuales nos esforcemos en realizar un acto de justicia, sino que al que es justo, por su propia naturaleza actúa justamente, y de esta manera la justificación que alcanza no resulta de las obras –que sí las tiene- sino de su naturaleza transformada.

 

Filipenses 1:15 y 28

 

107 Aún entre quienes predican activamente el evangelio, es posible que éste resulte en indicio de perdición.

 

Filipenses 3:2-3

 

108 En el asunto específico que está tratando el apóstol Pablo, los mutiladores del cuerpo eran quienes trataban de imponer la circuncisión a los gentiles. En la actualidad, por extensión, se refiere a todos aquellos ministros quienes al  imponer las costumbres de la ley en una congregación, se convierten en malos obreros.

 

Filipenses 3:4-8

 

109 En estos versículos de la Biblia vemos el caso preciso de una persona que antes había tenido muchas cosas de qué jactarse en cuanto a la ley. Lo que le sucedió al apóstol Pablo es exactamente lo que él ha venido afirmando que debiera acontecer a todo creyente: Ser transformado por la renovación de su entendimiento. De manera que aquellas cosas que eran su mayor tesoro cuando vivió bajo la ley, hoy, libre ya de la ley y sus ordenanzas, las tiene por basura, puesto que ha podido comprobar que el conocimiento de Cristo Jesús es excelente por encima de aquellas cosas, prefiriendo optar por estas para llegar a ganar a Cristo. No que ya lo haya alcanzado, sino que prosigue en este asunto por ver si lo logra.

 

Filipenses 3:16-17

 

110 Ahora vemos al apóstol Pablo afirmando que existe algo que sí ha logrado, pero por humildad él no entró en detallar a qué se refería. Sin embargo, entresacando de lo que sabemos de él por sus cartas y por el libro de los hechos, a continuación enumero lo que Pablo ya había logrado alcanzar:

 

  • Madurez espiritual,
  • la estatura del varón perfecto,
  • la mente de Cristo, es decir que ya no pensaba según su carne,
  • había recibido el reino por herencia (en esta vida),
  • las riquezas del reino que recibió por herencia las distribuía en forma de milagros, sanidades, prodigios, señales, que se manifestaban y fueron hechas entre los creyentes de las iglesias que él plantó,
  • Se llamaba a sí mismo embajador del reino, perito arquitecto, ministro de reconciliación, etc., y en efecto lo era.

 

111 Pablo nos invita a imitarlo en ambas cosas: Lo que ya logró, y lo que no ha logrado todavía asir para lo cual fue asido por Cristo Jesús. Sin embargo nosotros, aunque no hayamos alcanzado esos logros de Pablo, sí afirmamos -entre otras cosas- que nuestra salvación está absolutamente garantizada. ¡Qué enorme diferencia!

 

Filipenses 3:18-19

 

112 Pero los enemigos de la cruz de Cristo, que son muchos, siguen y seguirán por allí entre las iglesias de la actualidad, ocasionando perdición para sí mismos y sus seguidores.

 

Colosenses 1:11-13 y 29

 

113 Ahora de manera expresa y explícita el apóstol Pablo afirma ya haber sido hecho apto para participar de la herencia de los santos en luz, que ya ha sido trasladado al reino de Su hijo amado, y que por lo tanto, conforme a la potencia que le es propia, Pablo realiza su trabajo apostólico con manifestaciones poderosas, como debiera hacerlo todo ministro auténtico de Dios.

 

Colosenses 1:22-23

 

114 En el cuerpo carnal de Cristo fuimos reconciliados con el Padre por Su muerte, a condición de que permanezcamos fundados y firmes en la fe. Pero si nos movemos de la esperanza del evangelio de la gracia hacia las obras de la ley, entonces ya no estamos permaneciendo en el evangelio de Cristo.

 

Colosenses 1:24

 

115 ¿Habrá alguien dispuesto a padecer algo de lo que todavía le falta a Cristo por su iglesia?

 

Colosenses 2:4 y 8

 

116 Abundan en las iglesias las filosofías y huecas sutilezas introducidas por tradiciones de hombres conforme a los rudimentos del mundo o de la ley; pero no según Cristo. El apóstol Pablo afirma aquí que las riquezas del pleno entendimiento del misterio de Dios el Padre y los tesoros de la sabiduría y del conocimiento no están escondidos en los rudimentos, sino en Cristo. ¿Será por eso que ambos escasean?

 

117 Estoy sorprendido de descubrir que existen tesoros y riquezas reservados para nosotros en el reino de los Cielos, y que sin embargo la mayoría de los cristianos continuemos viviendo en pobreza espiritual y económica. Indudablemente que algo no hemos estado haciendo bien, de manera que no hemos complacido al Padre. De lo contrario, a Él ya le hubiera placido darnos el reino (Lucas 12:32).

 

Colosenses 2:16-23

 

118 Aquí Pablo entra en detalle de algunas de las cosas por las cuales los creyentes del nuevo pacto no deben dejarse juzgar por no practicarlas. Esta lista no es exhaustiva, por lo que hoy en la actualidad ha de ser ampliada en lo que algunos acostumbran cumplir de la ley y juzgar a quienes no lo hacen. Mas todo eso es sombra; lo verdadero, lo real, es el cuerpo de Cristo.  El apego a la sombra puede provocar que nos veamos privados de nuestro premio.

 

119 Muchos mandamientos y doctrinas de hombres tienen apariencia de sabiduría; pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne, por lo cual sus promotores no están asidos de la Cabeza, ni son nutridos y unidos para crecimiento.

 

1ª. Tesalonicenses 1:5-6

 

120 A fin de que usted tenga plena certidumbre de que el evangelio que predica no lo lleva solamente con palabras, es necesario que el Espíritu Santo dé testimonio del poder glorioso del nuevo pacto a través de usted, constituyéndose así en un verdadero imitador de Pablo y del Señor.

 

1ª. Tesalonicenses 2:3-6

 

121 Quienes funcionan como ministros sin haber sido aprobados por Dios para confiarles la predicación del evangelio, fácilmente proceden con error, con impureza y con engaño, usando de palabras lisonjeras, encubriendo avaricias, buscando gloria de los hombres y siendo una carga para las ovejas.

 

1ª. Tesalonicenses 3:12-13 y 4:1-12

 

122 Veamos cuál ha sido nuestra experiencia de las cosas que Dios menciona en estos 14 versículos, para que nos convenzamos acerca de si hemos estado viviendo o no en inmundicia:

 

123 En realidad los seres humanos hemos experimentado solamente algunas facetas del amor: El erótico, el fraterno, el filial, el de la amistad, etc., desde cuando éramos incrédulos y también ahora en la actualidad siendo creyentes. De manera que esto no tiene nada de extraordinario, le sucede también a los impíos, es algo conforme a la naturaleza humana.

 

124  (3:12-13) Sin embargo, Dios está diciendo aquí que a fin de que el corazón de usted pueda ser afirmado de manera irreprensible según los estándares de santidad de Dios -que no son los nuestros- es indispensable que el Señor haga crecer y abundar en usted un tipo de amor desconocido: El amor ágape. Esta no es una experiencia muy común ni siquiera entre los que dicen ser hijos de Dios, debiera serlo, y no podría pasar desapercibida en quien lo viva, sería ampliamente muy notorio para todos los demás que convivamos con una persona que está experimentando el amor ágape. Les podríamos llegar a considerar como si fueran una raza especial.

 

125 (4:1-2) Tenemos la teoría por la Palabra; pero no hemos sido vivencialmente enseñados acerca de la manera en que nos conviene conducirnos para agradar a Dios, nos ha faltado de quién aprender a través de enseñanza viva.

 

126 (4:3) Si no nos hacemos los ciegos respecto a la realidad en las iglesias, nos daremos cuenta que abunda la fornicación, tanto física como espiritual.

 

127 (4:4-5) Por lo que respecta al menos a la cultura occidental, no somos muy propensos a la santidad y el honor en el matrimonio, pues sí nos dejamos llevar por pasiones de concupiscencia, al igual que los gentiles.

 

128 (4:6a) Los agravios y los engaños son muy comunes, inclusive entre personas de una misma congregación. Y por lo que respecta a otras denominaciones, somos muy dados a hablar mal de ellos por cualquier motivo, ignorando lo que manda Jesús acerca de no ver la paja en el ojo ajeno. ¿A qué padre podrá gustarle que sus hijos hablen mal unos de otros? También a esto Dios le llama inmundicia; pero nosotros lo vemos como algo natural.

 

129 (4:6b y 8) ¡Eureka, eureka, esto es lo que ha estado sucediendo!: Nosotros hemos desechado a Dios al preferir conducirnos con inmundicia en lugar de en santidad. Por lo tanto, lo que Dios está haciendo es vengarse de nosotros por todo esto.

 

130 (4:7) ¿Le parece exagerada la expresión? ¿Piensa usted que no vivimos cotidianamente en inmundicia? Lo que pasa es que la medida que nosotros tenemos para “inmundicia” y para “santificación” no es igual a la que tiene Dios. Nosotros los cristianos nos consideramos “buenas personas” en nuestra propia opinión; pero Dios pesa los espíritus, es decir no toma en cuenta lo que es nuestro pensamiento, nuestra buena intención,  sino nuestra realidad espiritual.

 

131 El Señor se ha estado vengando de nosotros, quienes de una o varias maneras no hemos estado viviendo como conviene para agradar a Dios, por eso es que no nos ha entregado la gloria a la cual por mérito de Jesús tenemos derecho, la cual Él ya consiguió que nos fuese dada (Juan 17:22)

 

132 (4:9-10) Por lo que respecta al amor fraternal, Pablo está afirmando que los tesalonicenses ya no tienen necesidad de que se les escriba, pues ya lo están practicando unos con otros habiéndolo aprendido de Dios. Es decir que el amor que ha de manifestarse en la iglesia, el tipo de amor a que Jesús se refería en varias ocasiones, no es algo que se pueda aprender humanamente, requiere también la intervención directa de Dios para  lograrlo, y una vez que ya sea una realidad, para poder abundar más y más en ello en vez de retroceder al fastidio y la rutina.

 

133 (4:11-12) Muchos son los ministros que han preferido la intranquilidad de no ocuparse en sus negocios, de no trabajar con sus manos para poder proyectar una vida más honrada hacia los de fuera, sin tener necesidad de vivir a expensas de las ovejas. Esto también lo ha mandado Dios; pero hemos preferido la cita que dice “el obrero es digno de su salario”.

 

134 ¿Son suficientes las cosas anteriores, o hace falta que Dios nos hable más acerca de cómo es que sí hemos estado viviendo en inmundicia?

 

135 Ahora bien, si usted considera que ha estado viviendo en santidad según la medida de Dios, pero Él no le ha entregado a usted la parte de gloria que le toca por herencia, con todo derecho preséntese ante el trono de la gracia –que no es el de la ley- para reclamarle.

 

Conclusiones:

 

136 Es imposible recorrer al mismo tiempo dos caminos que son opuestos, puede ser posible caminar por dos caminos a la vez, siempre y cuando estos sean paralelos y estén muy cerca el uno del otro. La ley es el camino hacia abajo, para el necio; Jesús es el camino hacia arriba para el entendido. Son opuestos.

 

137 La ley no es el camino hacia el Padre, es Jesús; pero nosotros hemos estado caminando por la ley.

 

138 Si Jesús es la roca, la ley es arena. Una casa construida en parte sobre roca, en parte sobre arena, solo puede esperar la ruina.

 

139 El Espíritu Santo no puede conducir a error, la carne no puede guiar hacia la verdad.

 

140 El culto a Dios ha de ser racional; pero nosotros preferimos hacerlo emocional, es más espectacular y por lo tanto muy atractivo para las multitudes. Un culto racional resultaría aburrido y muy pocos asistirían.

 

 

 

 

Ministerio de Enseñanza “Nuevo Pacto”

Hno. Ramón Oliveros Ochoa

Hna. María Auxilio Carrillo Ibarra

Marzo de 2013